Había logrado acomodar a su gusto el nuevo departamento. Aunque era más pequeño que el que tenía de niño, estaba bien ventilado y como era de un edificio shinobi; la electricidad y la plomería estaban en perfecto estado. No se podía quejar; una pequeña habitación para un solitario. Comprendió por qué Kakashi no se había ido de ahí, el departamento combinaba con el peliblanco y ahora con él.
Compró lo indispensable para cocinar y varios cambios de ropa cómoda y de diario. La suma de dinero que le había pagado la Hokage por sus servicios durante el par de años que estuvo fuera, fué bastante cuantiosa.
Eran la una de la madrugada cuando regresó a su nuevo hogar, pensativo y con un sentimiento de culpa que lo había perseguido desde su primer encuentro con Naruto. Pero él no hizo nada al respecto por aliviarlo, todo lo contrario...
Al atravesar el pasillo del piso de Kakashi, una planta más abajo que el suyo, vió a su antiguo maestro sujetando una bolsa grande de alimentos, mientras trataba de abrir la cerradura. Se sobresaltó al verlo, lo que extrañó bastante al Uchiha, pues Kakashi solía tener buena percepción de su alrededor.
—Sasuke...— saludó nervioso —¿Qué haces despierto tan tarde?— preguntó con esa sonrisa oculta por su máscara. Él levantó una ceja ante la interrogación.
—Tengo veinte años, creo que puedo dormirme a la hora que yo quiera— dijo serio.
Kakashi volvió a sonreír y abrió la puerta. Un ruido se sintió en el interior del departamento y Sasuke, por reflejo miró. El peliblanco se apresuró a entrar.
—Éste Pakun...— protestó —Nos vemos mañana, que descanses— dijo en tropel y cerró la puerta en sus narices.
Sasuke se quedó mirando el lugar en el que había estado Kakashi hacía un instante y negó ante la rareza con la que su ex-maestro había actuado. Subió el piso que faltaba y resopló cuando vió a Sakura sentada delante de su departamento. Al parecer nadie en Konoha podía dormir esa noche.
—Sasuke— saludó, poniéndose de pie de inmediato —Llevo rato esperando por tí ¿Dónde estabas?
—¿Qué es lo quieres a ésta hora?— esquivó la pregunta, Sakura jugó con sus dedos de manera nerviosa y sus mejillas se sonrojaron.
—Yo... quiero hablar contigo. Necesito el consejo de un amigo.
—Entonces busca a Naruto, no soy bueno dando consejos— dijo serio y sacó las llaves de su bolsillo para abrir la puerta.
Sakura se quedó en el lugar sin saber que más decir, y él, al verla indecisa, no pudo cerrar y dejarla afuera. La miró a los ojos, esperando a que se decidiera a hablar.
—Es que... conozco bien a Naruto, sé lo que me dirá y necesito alguien más racional ¿Entiendes?
Él suspiró y se apartó permitiéndole que entrara. Se quitó la capa y la colocó en un perchero cercano, luego se sentó en la cama para que Sakura ocupara el único sillón de la habitación. Ella apretaba sus rodillas mientras miraba el cuarto con curiosidad, perfectamente organizado y limpio.
—Es un poco tarde y...— la apresuró y Sakura sonrió en disculpa.
—Sí, bueno... es que— tomó aire —Me gusta alguien... y no sé como actuar al respecto. Si... si decirle o callar... No quiero arruinar una amistad de tantos años por un error y tampoco creo que pueda obviar mis sentimientos.
—Sakura, sé que es difícil escuchar ésto, pero; te considero una amiga y alguien importante en mi vida, de ahí en más, me temo que no podrá ser— explicó con respecto.
—¿Eh?— ella se quedó confundida por un momento y luego soltó buena carcajada —No, no. Es verdad que estuve enamorada de tí muchos años, pero no soy tonta, cuando crecí me dí cuenta de que lo nuestro no podría funcionar. Tú y... como sea— volvió a suspirar —Si fuera una persona normal no estuviera tan indecisa, el problema es que... es una chica— Sasuke abrió los ojos con sorpresa y ella se cubrió el rostro con ambas manos —Sé lo que vas a decir;— murmuró —es una locura y no debo estar bien de la cabeza. Yo... no lo pude evitar y siento que estoy traicionando nuestra amistad si no se lo digo... ¡Ah, rayos, que difícil!
—¿Y qué quieres que te diga? No tengo experiencia en relaciones— confesó.
—No sé, solo... pensé en hablar con Naruto, pero sé que me diría: "Adelante, lucha por lo que quieres", o alguna cursilerías de las suyas. Creí que tú serías más objetivo.
La vida, sin ninguna duda, estaba ensañada con él. Su cabeza era un enredo por no saber que hacer respecto a sus sentimientos por Naruto, y ahora venía Sakura a pedirle consejos sobre un amor gay. Soltó una risa irónica que hizo a la pelirrosa mirarlo con extrañeza.
—Ojalá supiera Sakura, de verdad, ojalá supiera la respuesta a tu problema. Quizás debas poner en una balanza las dos opciones y comparar cuál te haría más feliz. Sé que el "que dirán" es un gran obstáculo...
—No, es lo que menos me preocupa— lo interrumpió y Sasuke la miró extrañado ¿De verdad? Todo su problema giraba en torno a eso —No me importa lo que diga la gente si las dos pudiéramos ser felices. Solamente temo que me rechace y ya no pueda hablarle o sea incómodo encontrarnos.
—Solo puedes saber la respuesta si actúas— concluyó él —A lo mejor si le preguntas de manera disimulada...
—Ella es bastante tímida, pero supongo que puedo intentarlo— Sakura se tomó el atrevimiento de incorporarse para abrazarlo y luego se separó con el ceño fruncido —¿Qué me dijiste que estuviste haciendo?
—Solo dí un paseo— contestó.
—¿Con Naruto?— Sasuke apretó la sábana de su cama. Había olvidado que Sakura era una Alfa y tenía un estupendo olfato.
—Sí, me lo encontré en el Ichiraku y nos pusimos a conversar de los viejos tiempos— ella se quedó mirándolo por un segundo y luego sonrió.
—¡Qué malos son! Para la próxima me invitan, yo también soy parte del equipo— protestó de manera infantil.
—Así será, lo prometo— la acompañó hasta la puerta y luego sonrió un poco, correspondiendo su despedida. Volvió a cerrar y deslizó su espalda por la madera, hasta caer sentado en el suelo —¡Maldición, Dobe!
***
Con manos temblorosas terminaba una comida apresurada para su "invitado" ¿Quién diría que un ninja experimentado como él, apenas podría sostener un cuchillo por el nerviosismo?
¿Qué había hecho? ¿Acaso el sello roto del Shodaime cambiaba su cerebro además de su cuerpo, haciéndolo un estúpido?
Apretó el mango del cuchillo cuando escuchó la puerta del baño abrirse y luego los pasos descalzos.
—Ducharse con agua caliente, es sin duda lo mejor— exclamó, Kakashi lo miró de reojo y se sonrojó al ver su torso desnudo y una toalla blanca rodeando sus caderas. Él se apoyó en la encimera cruzó los brazos y lo encaró —Ahora dime; ¿Por qué después de dos semanas sin ir a verme, me sacas a escondidas de la prisión?
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Alpha Shinobi
FanfictionUn pergamino prohibido es destruido y cambia completamente el mundo ninja conocido, poniendo a nuestros personajes en un aprieto. Sobre todo a Naruto Uzumaki, quién en su condición de jinshuriki, es el más afectados de todos. Sin embargo, todo ésto...