Capítulo 15

509 61 5
                                    

Rosé POV:

Después de escuchar el monólogo del príncipe sobre el costo de la construcción del lugar, la buena vida que tendrán porque será aun mas amado cuando sea rey y el orgullo que sentía su padre por él, llegamos. El patio era amplio con distribuciones para cada deporte y áreas verdes, se veía muy cómodo. Estábamos mirando a través de los ventanales, pero quería ir, conocer a los niños y pasar un buen rato.

- ¿Se puede entrar? -pregunté sin dejar de mirar a los niños-

- ¿Quieres entrar? -preguntó asombrado- No es necesario, cuando seas mi esposa te amaran de la misma forma que a mí, nadie te dirá nada.

El sonrió en mi dirección y yo solo lo miré para luego forzar una sonrisa. Era la primera vez que hablamos sobre el próximo compromiso que tendríamos. No podía creer lo que había dicho, más allá de haberme llamado interesada sutilmente también me demostró que no había ni un poco de empatía en él. Al final solo era una inversión para ser adorado en un futuro.

-Necesito hablar con el director del centro -anuncio arreglándose el traje- ya vuelvo.

-Bien -respondí haciendo una reverencia-

Al sentir que se iba, respiré profundamente y seguí mirando el lugar. Mi vista se posó en una chica en específico, acariciaba un libro y sonría. Luego al escuchar a sus amigas, levanto la mirada sonriendo, mi respiración se corto por un momento. Tenia las facciones de Lisa, la forma de su rostro y su sonrisa.

- ¿Lisa...? -susurré mirando aquella niña-

Mi respiración se cortó por un momento para luego sentir como volvía a la normalidad, pero ahora era mi corazón quien latía con fuerza. ¿Cómo era posible que se parezcan tanto? Una idea cruzo mi mente y quise eliminarla, pero se quedo en mi conciencia como un post it. ¿Acaso Lisa había tenido una hija?

- ¿Has sabido algo del señor Manoban? -dijo una de las cuidadoras del lugar, la reconocí por su indumentaria-

-Dijo que no vendría estés mes porque tenia que arreglar algunos asuntos -contestó otra cuidadora que iba junto con ella-

Pasaron por detrás de mi y mi lengua fue más rápida que mi mente.

-Disculpen -llamé tímidamente con mi inglés natal- ¿creen que pueda entrar?

- ¿Es familiar de alguna interna? -pregunto una de ellas-

-Soy amiga de la familia Manoban -dije no muy segura-

-No tenemos ningún aviso de que vendría alguien a ver a Lawan -agrego una de las cuidadoras- el señor Manoban debe autorizar las visitas.

Antes de poder responder, sentí como Dipang llego a mi lado preguntado si todo estaba bien. Al verlo, las cuidadoras le hicieron una reverencia sorprendida. Quizás era la primera vez que veían al futuro rey de Tailandia.

-Solo quería ver a alguien -declaré mientras apretaba mi brazo, estaba nerviosa de que volviera a hacer una escena- pero ya no es...

-Está bien -respondió- déjenla pasar por favor.

Las cuidadoras titubearon un poco pero luego me dejaron pasar. Tuve miedo de meterme en problemas por entrar sin autorización del señor Manoban, ¿Por qué su nieta estaba en Londres y no con ellos? Pensaba mientras me acercaba a aquella chica, al llegar a su lado supuse que no tendría más de 15.

-Hola -saludo en inglés con acento, el inglés no era su primer idioma. Sin mirarme, seguía acariciando un libro y pude ver que era braille- ¿me conoces?

Me sorprendí, era cierto que los no videntes tenían mas desarrollado los otros sentidos. Apenas hice ruido, ¿Cómo pudo saber que estaba a su lado y que no era alguien conocido?

-Hola -susurré en el mismo idioma, me senté a un lado suyo- Soy amiga de... -busque las palabras adecuadas, ¿debería decir mamá, Lisa o señor Manoban? - Lisa.

Su mirada perdida se abrió al escuchar el nombre, parecía recordar algo y luego sonreír. Cerró el libro que tenia en sus manos mientras trataba de enfocar su mirada en dirección al sonido de mi voz.

- ¿Mi hermana te envió o fue mi padre? -preguntó curiosa-

- ¿Hermana? -pregunte confundida-

-Lisa es mi hermana mayor -respondió frunciendo el ceño- ¿Conoces a Lisa Manoban?

-Sí... -respondí avergonzada- yo pensé que eras... su hija...

Ella soltó una risa suave, para luego girar su cuerpo en mi dirección dejando el libro a un lado.

-Recuerdo que nos parecíamos, pero no sabia que tanto -dijo alegre- no la veo desde hace mucho -dijo ahora más apagada, triste- ¿ella te envió por mí?

-No... -respondí culpable por meterme en asuntos que no eran míos- solo que te vi y te parecías tanto a ella que... - ¿Qué iba a decirle? Me gusta tu hermana y al verte sentí las ganas de conocerte, me diría loca-

-Estas nerviosa y te sientes culpable -afirmó mientras juntaba sus manos encima de su regazo- ¿Por qué?

- ¿Cómo sabes eso? -pregunte sorprendida- También te diste cuenta de que era alguien extraño cuando llegue y no hice ruido.

-Tu olor es nuevo -confesó sonriente- además sentí tu mirada y luego tu presencia. No es difícil darse cuenta de eso.

-Para mí si lo es -respondí con una sonrisa- me pareció muy sorprendente.

-Es el lado positivo de no ver -agregó sin perder su sonrisa-

Nos quedamos en un silencio cómodo. Quería preguntarle porque no estaba con su familia, preguntar que le sucedió para que no pudiera ver y sobre todo, moría por preguntarle como era Lisa de pequeña. De solo pensar en eso, sonreí de forma inconsciente.

-Si pudiera ver -interrumpió ella con voz suave- diría que estas sonriendo.

- ¿Cómo lo sabes? -pregunte animada- Tienes un don, puedes decir lo que hago sin necesidad de ver.

-Tu energía cambia -explico mientras movía sus manos- cada vez que tienes emociones básicas, la energía se siente más claramente. Ahora mismo estás feliz.

- ¿Dónde aprendiste eso? -pregunte curiosa e interesada-

-Aquí -respondió simple- estoy aquí desde hace mucho y he aprendido de todo un poco.

La curiosidad me invadió me de nuevo. Quería hacer muchas preguntas, pero no debería meterme más, no quería tener problemas con la familia de Lisa o con ella. Quería conocerla y para eso no necesito tener problemas.

-Sé que quieres preguntar -interrumpió de nuevo mis pensamientos- pero no creo que a mi padre le gusté saber que hable con alguien que no conozco -agrego con diversión-

-Olvide decirte mi nombre, lo siento -dije avergonzada- soy Rosé Park.

-Soy Lawan Manoban -respondió ella con una sonrisa- pero aquí me llaman Lau.

Antes de poder responderle, una de las cuidadoras me aviso que Dipang estaba esperando para irnos. Asentí triste, me había gustado hablar con Lawan. Quería seguir hablando con ella.

-Rosé -llamó cuando la cuidadora termino de hablar- no le digas a mi hermana donde estoy.

- ¿Por qué? -pregunte sin pensar- Lo siento, no debí preguntar...

-Descuida -respondió ella- prefiero que mi padre le diga donde estoy. Será pronto, no te preocupes.

Confundida, asentí. Nos despedimos con laesperanza de vernos pronto. 

Tradiciones y Cadenas | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora