Capítulo 4

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Rosé POV:

Mi hermana al tener 19 años ya podía casarse, mi padre quería que se casará con un hijo de un político australiano terminando sus estudios, ella no quería, pero mis padres le dijeron que era por el bien de la familia.

-Alice sé que esto es difícil pero nuestro futuro esta en juego -dijo mi padre tomando sus manos- el futuro de tu hermana también lo está, ¿quieres que ella no tenga futuro?

Mi hermana me miro con lágrimas en los ojos, sabía que me amaba mucho como para decir no pero no quería que se casara con alguien que no quería. No podía permitirlo.

-No es justo -dije en medio del silencio-

-Rosé por favor -pidió mi madre- sabes que si no lo hace estaremos en problemas, necesitamos el apoyo y el dinero de la familia Payne.

-Pero ella no lo ama -contraataque- no pueden obligarla a hacer esto -dije molesta para luego subir a mi habitación-

Estuve llorando abrazada a mi almohada hasta que sentí que alguien tocaba mi puerta suavemente, la forma de tocar de Alice era con ritmo, sabia que era ella.

-Chae, ¿Puedo pasar? -pregunto con la voz delgada-

Sabía que había estado llorando, yo sabía que ella no quería al hijo de los Payne, ella me había contado de un chico de su universidad que le gustaba, habían empezado a verse en secreto y me alegre por ella. Pero ahora tendría que renunciar a él para estar con Edward Payne, el hijo de la ministra de relaciones exteriores de Australia.

-No es justo Alice -dije para que me escuchará- no quiero que renuncies a tu felicidad por mí.

Sin esperar respuesta mi hermana entro a mi habitación, sus ojos estaban rojos y su nariz también, cerro la puerta suavemente para luego apoyarse en esta. Ambas estábamos llorando.

-Yo sabía que esto pasaría Chaeyoung -dijo ella con la voz quebrada- desde que papá rechazo el dinero de la corrupción no lo han dejado en paz. Sin apoyo seguirán molestando y pronto también lo harán contigo, no me perdonaría que te pasara algo.

Mi hermana empezó a resbalarse hasta caer al suelo llorando, mi corazón se estrujo al verla así. Me levante y fui a su lado, tome su mano mientras llorábamos.

- ¿Lo harás? -pregunte más calmada-

- ¿Recuerdas la vez que me accidente? -pregunto a lo que yo asentí en silencio – fue una amenaza para papá, si no trabajaba para ellos tú serías la siguiente por eso nos fuimos a Nueva Zelanda.

Eso no lo sabía, miré a mi hermana asustada. Ella asintió con tristeza. Tenia miedo de que me hicieron algo como a ella, ahora entendía porque me cambiaron de escuela y nos mudamos tan rápido.

- ¿Qué le dirás a Jung? -pregunte con tristeza-

-La verdad, no le mentiré -dijo ella con una sonrisa entre lágrimas- no merece que le mienta.

Asentí para luego mirar el techo, estaba resignada a aceptar lo que vendría. 

Tradiciones y Cadenas | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora