Capítulo 36

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Rosé POV:

Levantarse con dolor de cabeza y ganas de vomitar era terrible, beber no era mi fuerte y mi cuerpo me lo estaba haciendo saber. Tuve que correr al baño para arrojar todo el contenido de mi estómago. Al salir del baño pude ver a Dipang parado al lado de la cama con algo entre sus manos, visualicé el lugar, era su casa.

- ¿Crees que soy idiota? -pregunto enojado-

-No me siento bien -hablé cansada, ignorándolo- quiero irme a mi hotel.

-No lo harás -respondió tajante- sé que te gusta la preferida.

Me paralice al escucharlo, por inercia lleve mi mano al collar y no estaba. Dipang vio mi reacción, con enojo tiro la cadena y el anillo a mis pies.

-Manoban se casará y tendrá un hijo, ¿Cómo puedes estar detrás de él? -su voz era enojada y venenosa- ¿Qué demonios le ves?

Recogí el collar y pude ver que el anillo de la familia Manoban había sido cambiado. Ahora estaba el de la familia real, busqué respuestas en la mirada de Dipang.

-Respóndeme -vocifero- ¿Qué le ves?

- ¿Dónde está el anillo? -hablé por fin, con molestia- Es mío, devuélvelo.

-Dejó de ser tuyo cuando la prometida de Manoban se lo puso -respondió- Ahora llevas el de la familia real.

-No lo usaré -hablé enojada-

Repetí el acto de Dipang, tiré la cadena junto con el nuevo anillo a sus pies demostrando que no lo usaría. Busqué mis cosas para salir de ahí, pero él me detuvo del brazo ejerciendo fuerza que estaba lastimándome.

-No me harás quedar como un imbécil -habló despectivo- ya tengo un trato y tú ya eres mía. Fuiste una simple compra, serás una de mis esposas y se acabó.

Me empujo para luego irse de ahí, sobe el lugar adolorido para luego unir los puntos de lo que me había dicho. Salí a toda prisa hacia el cuarto de mis padres, sabían que estaban aquí.

- ¡¿Qué hiciste?! -grité cuando lo vi hablando por teléfono- ¡¿Me vendiste a Dipang?!

- ¿Qué estás diciendo? -dijo colgando la llamada-

- ¿Cómo pudiste? -hablé con odio- ¡Soy tu hija!

-Chaeyoung... -dijo sin entender- ¿Qué estás diciendo?

- ¡Me vendiste! -volví a hablar dolida y enojada- Como si fuera un maldito objeto, solo hiciste un intercambio y ya -me acerqué empujándolo- ¿todo fue por tu maldito partido? ¿tanto quieres llegar al parlamento?

Él parecía sorprendido y yo estaba enojada, dolida, triste, usada, humillada. Tenia muchos sentimientos dentro mío y tenia que descargarlo ahora. No dejé que hablará y solté todo lo que tenía dentro.

-Siempre fuiste así -comencé empujándolo de nuevo- tu partido estaba primero, tu familia siempre fue segunda y nunca cambiará. Ya lo veo, me vendiste para tener apoyo del rey en las elecciones que se avecinan, ¿verdad? -escupí alejándome- ahora entiendo porque eres culpable de esos delitos y por que mamá te engaña, eres una horrible persona. Te odio, ojalá no fueras mi padre.

Al terminar me fui de ahí, no quería ver su cara. No importo las miradas de las personas que trabajaban en la casa, me fui azotando la puerta. Tomé el primer taxi que encontré para irme al hotel y hablar con Jisoo. Necesitaba a mi mejor amiga.

Encendí el celular para llamarla, al hacerlo encontré llamadas perdidas de un número desconocido. Antes de poder averiguar de quien era, volvió a llamar. Insegura respondí.

Tradiciones y Cadenas | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora