Capítulo 30

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Rosé POV:

Después de la interminable y aburrida cena con Dipang llegamos a casa. Alice y Edward se despidieron para luego irse a dormir mientras que mi madre se sentó en la sala esperando a mi padre, sonreí con tristeza, ella siempre tuvo ese hábito. Respiré hondo y me acerqué hacia donde estaba, sentí que me miro por el rabillo del ojo mientras disimulaba que veía el programa de cocina en la televisión, ella no era fan de la cocina.

-Necesito hablar contigo -hablé nerviosa, pero tratando de sonar firme- No quiero seguir con esto.

Ella siguió viendo la televisión, ignorándome. Me incomode al sentir el silencio interminable, tomé el control y apague el aparto para que ella centrara su atención en mí.

-No seguiré con este juego -dije mirándola- no seguiré engañando a Lisa, yo enserio la quiero y no la dañaré.

Mi madre levanto su mirada, parecía tranquila como si no fuera un problema el engañar a una persona que ha sufrido tanto en la vida. Como si fuera poco intentar robarle su dinero.

-Hablo enserio madre -dije enojada- no seguiré con esto. No volveré a presentarme a ningún evento con Dipang ni nada relacionado con él.

- ¿Estás segura? -pregunto calmadamente con seriedad-

Respiré hondo y solté un fuerte "sí". Luego de eso mi madre se levantó de su lugar, la seguí con la mirada hasta que llego a las escaleras donde subió y desapareció por los pasillos. Parpadee un par de veces, incrédula, no esperaba una reacción tan calmada.

*

Terminé de alistar mis maletas y las dejé al lado de la cama, sonreí mientras acomodaba mi ropa. En unas horas mi vuelo saldría y volvería con Lisa.

Bajé a desayunar con una sonrisa enorme, al ver a toda mi familia reunida mirándome con decepción aquella sonrisa desapareció.

- ¿Sucede algo? -pregunté acercándome- ¿Está todo bien?

-Tú deberías responder eso Chaeyoung -habló mi padre mirándome con enojo- pensé que tus desviaciones habían quedado atrás.

Cerré los ojos mientras contaba mentalmente, ya me parecía raro que mi madre no hiciera nada, estaba aprendiendo a conocer sus jugadas.

-Sí estoy con Lisa -hablé sentándome en la mesa- la hija mayor de los Manoban que ahora es conocida como el ministro de Tailandia, por si mamá no te lo dijo.

- ¡Te lo dije! -gritó mi madre- A cambiado mucho desde que está con esa desviada, ahora se proclama varón y su país acepta eso. ¡Es horrible!

- ¡¿Te has vuelto loca Chaeyoung?! -grito mi padre ahora- ¿Cómo puedes cambiar a Dipang por una desviada? ¡Que ni siquiera sabe que es!

Seguí comiendo dispuesta a ignorarlos, no les daría el placer de molestarme en un día tan feliz para mí. Solo quería volver a Tailandia.

- ¿Chae podemos hablar? -habló mi hermana por primera vez- A solas.

Asentí y me pare de la mesa, caminamos en silencio hasta mi habitación. Me senté en la cama mientras ella se quedo recostada en la puerta, parecía pensativa y mi corazón se estrujo al pensar que me trataría mal.

-Estoy confundida -confesó nerviosa- nunca pensé que te atraerían las mujeres. ¿Cómo paso? Tuviste novios...

-Alice -corté su discurso- por favor no me digas eso, tú no -pedí derrotada- puedo soportarlo de mis padres, pero no de ti, no puedes juzgarme por querer a alguien. Estamos en el siglo veintiuno para que me digas eso.

Tradiciones y Cadenas | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora