Capítulo 2

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Tailandia

Era de día en Bangkok, el sol se dejaba ver ese día más brillante de lo normal. Una cálida brisa se podía sentir en el lugar y el aroma de las flores llenaba aquella habitación de color crema y muebles cafés.

-Señorita Manoban, su padre la está esperando en el comedor.

-En un momento bajo, gracias.

Escuchar la puerta cerrarse fue suficiente para hacer llorar a Lisa, sabía lo que su padre le diría, podía imaginar la voz de él hablándole mientras ella solo agachaba la cabeza. Desde que su madre se fue había quedado indefensa.

-Acompáñame Lawan, no me dejes sola...

Limpió sus lagrimas para luego salir de la habitación, hizo un lento recorrido por las escaleras hasta llegar al piso principal y luego el comedor. Su padre estaba ahí, terminando su desayuno a su lado estaba su esposa y en el otro extremo el hijo mayor de estos. Lisa suspiro haciendo acto de presencia.

-Lisa, te estaba esperando, siéntate a comer -ordenó-

Agacho la cabeza mientras obedecía, una sonrisa triste se reflejaba. Las mentiras eran cada vez mas evidentes.

-Como sabes tu hermano me acompañará a mi viaje a Corea -empezó a contar mientras bebía- mientras estemos allá le pedí a tu madre que te enseñé como ser buena esposa...

Ella sabía lo que vendría a continuación, jugaba con la comida para no verlo a los ojos y llorar. No quería mostrarse débil, quería salir de ahí, correr sin rumbo hasta un lugar desconocido. Un lugar donde nadie la conociera.

-Te preparará para que te cases en los próximos 2 años -comentó con alegría- al regreso de mi viaje haremos una fiesta para presentarte con la sociedad.

Ella dejó de jugar con la comida, no quería casarse. Quería poder estudiar baile y ser profesional en lo que le apasionaba, quería viajar mostrando su arte. No quería estar atada a un esposo, no quería estar con alguien que no amaba. Quería correr de ahí.

-Serás una esposa increíble Lalisa -agregó su esposa-

Escucharla me hizo llorar, ella no es mi madre. No tiene derecho a decirme que hacer y como debo ser. Lisa se levanto de su lugar, hizo una reverencia con lágrimas en los ojos y se retiro del lugar sin probar bocado.

- ¿Qué le sucede? -comentó el hijo de la pareja-

- ¡Lisa! -se escucho la voz de su padre- ¡Vuelve!

Ella no hizo caso, por primera vez en su vida. Ella no obedeció.

Australia

Melbourne se cubría de blanco ese día, la nieve se presentaba como una manta gigante que abrazaba todo a su alrededor. Las hermanas Park disfrutaban de jugar en la nieve, podían moldear y crear lo que quisieran, podían sentirse libres por un momento.

- ¡Estamos en bancarrota! -se escucho el primer grito- ¡Entiende que ya no tenemos dinero!

- ¡Esto es tu culpa! -respondió la mujer con el mismo volumen de voz- Si hubieras aceptado ese dinero estaríamos bien y no tendríamos que huir...

Rosé sintió como su hermana mayor la abrazaba evitando que escuchara los gritos de sus padres, le devolvió el abrazo mientras pensaba en la nieve. Quería ser como ella, estar por un rato y luego desaparecer. Ser libre y poder estar donde quisiera.

-No te preocupes Rosie, estoy aquí contigo -susurraba su hermana mayor- nunca te voy a dejar sola.

-Nunca lo hagas -pidió la menor con tristeza- no me dejes...

Tradiciones y Cadenas | ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora