Tokyo Revengers {One Shots}

⚡Izana Kurokawa⚡

Ahí me encontraba yo, en la entrada del cine esperando a la persona con la que tendría una cita, cuando de repente sentí vibrar mi teléfono.

- Moshi moshi?

- Hola Julia, lo siento pero no voy a poder ir, me ha surgido algo importante.

- Está bien, no pasa nada.

- Diviértete.

- Gracias. - colgué.

Estaba por entrar al cine cuando una voz llamó mi atención.

- Por favor, ¿realmente se os han acabado? ¿No puedo al menos estar de pie o algo?

- Lo siento jovencito, no hay asientos libres. - dijo el chico.

- Disculpa...me sobra una entrada, ten. - dije apareciendo detrás de él.

- ¿¡En serio!? ¡Gracias!

- No hay de qué....

- Kurokawa Izana

- Encantada Izana-kun, soy Julia Rubio

- Hola Rubio-san.

- Emmm, mi nombre es Julia.

- Ah perdón Julia-san. - dijo sobándose la cabeza.

- Culpa mía, no termino de acostumbrarme a decir mi apellido primero jaja. - dije sonriendo.- ¿Entramos?

- Detrás de tí. - dijo dejándome pasar primero.

Una vez nos sentamos en nuestros respectivos asientos nos pusimos cómodos para ver la película. Era una película de terror, y como yo me asusto muy fácilmente, a lo largo de toda la película estuve abrazada a Izana-kun.

Una vez terminó la película, me separé de Izana y le ví dormido. Me sorprendió bastante, ya que, ¿¡quién es capaz de dormir en un lugar público y más si es en un cine viendo una película de terror!? Traté de despertarle pero pasaron 15 minutos, se habían encendido las luces y apagado el proyector y todavía no despertaba.

- Mmm 5 minutitos más o te pego.

- ¿Izana-kun? - no voy a mentir, casi se me sale el corazón del susto. - Oye despierta, la película ya se ha acabado.

- Mmm ¿Julia-san?

- Esa misma, ahora hay que salir de la sala Izana-kun.

- Está bien. - dijo levantándose a duras penas.

Salimos del cine y me dirigí al parque cercano a este. Me senté en uno de los bancos, e Izana se posicionó a mi lado. No sabía porqué, pero de todos modos no pregunté.

- Dormiré otro rato. - dijo. De repente sentí un peso en mis piernas y por ello me dió otro mini infarto. No se que me pasa, este chaval me va acabar matando de un susto hoy.

- ¿Izana? - no se movió ni me respondió. ¿Realmente se ha dormido? ¿Hasta cuándo tendré que estar así? Un rato después empecé a mirar su cabello y empecé a acariciarlo.

- ¿Cambiamos los números? - dijo mirándome.

- ¿¡Izana!? Ya ven tres sustos jolines. - dije eso último susurrando.

- ¿Y esa cara? jajaja. - se empezó a reír muy fuerte.

- ¡Callate! - dije levantándome y tapándome la cara de la vergüenza.

Al ver a Izana en el suelo me di cuenta de que había hecho, así que extendí mi mano para ayudarle a levantarse.

- ¿Así que tres mmm? - dijo agarrando mi mano y tirándome al suelo junto a él. Pegó mi espalda a su pecho y me abrazó poniendo su cara en mi hombro y sus manos en mi abdomen.

- Sí. tres sustos, ¿acaso quieres que muera joven?

- ¿Cuántos años tienes? - me preguntó.

- 18, ¿tú?

- Yo tengo 15, no morirás joven, ya eres vieja.

- ¿Perdona? pues tu eres un crío insensible.

- ¿No se te ocurre algo mejor? Carcamal fosilizado.

- Así no vas a conseguir novia nunca jajaja.

- Tú tampoco.

- ¿Y en que te basas para decir eso? jajaja.

- Porque yo seré tu novio.

- Qué ¿qué? No gracias, no quiero que me metan en la cárcel por pedófila.

- No lo serías, ya que tengo 18 años igual que tú.

- Si mientes así no saldré contigo. - dije cruzándome de brazos.

- Uy si, perdoname amor mío. - dijo besando mi cuello.

- Oye, eso no vale, es trampa. - dije levantándome.

Tras bromear y hablar un rato, intercambiamos números y decidimos quedar otro día. Volví a mi casa y se hizo de noche cuando recibí un mensaje de Izana.

IZANA

- Entonces... ¿Estamos saliendo?

- No se, dime tú

- Pero...mmm

- Si estamos saliendo Izana, yo te quiero

- Yo te amo más

- No empecemos jaja, buenas noches

- Buenas noches amor