Liberio.

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Los siguientes días de llegada a Liberio nos recibieron como héroes y nos dejaron descansar antes de retomar nuestras actividades como Guerreros.

Mis padres habían salido del geto a realizar unas cosas, por lo tanto me la pasaba en el cuartel la mayoría del día aunque no tenía porque hacerlo.

Reiner solía jugar con los cadetes más jóvenes, en especial con su prima menor Gabi, y aunque todos lo admiraban y respetaban lo veían más como un padre que como un amigo, eso alegraba a Reiner, no se que cosas horribles tuvo que pasar en los años que estuvo en esa isla de demonios.

Pieck y Porco eran los de siempre, haciendo bromas y jugando para ocultar su creciente cariño el uno por el otro, si mi memoria no me fallaba Pieck y Pocco llevaban más de 1 año "saliendo" así que en el tiempo de descanso pasaban la mayor parte del día juntos, y al tener a los superiores en los cuarteles de la ciudad, teníamos prácticamente el cuartel de Liberio para nosotros solos.

En los 4 meses que duró nuestro descanso mi relación con Zeke se fortaleció de manera impresionante.

Desde la vez que fui a su cuarto en medio de la noche había empezado a querer mantener contacto conmigo en público, comenzaba con acciones sutiles como colocarse a mi lado a platicar, o retirarme el cabello de la cara.

E incluso una ocasión fue él quien llamó a mi puerta.

- Frey, ¿te encuentras despierta?

Obviamente no lo estaba, si no que su voz era lo que me había hecho despertar de golpe.

- Si, Zeke, pasa - dije tratando de despejarme un poco del sueño.

Era una noche en extremo calurosa, Liberio no solía tener climas así, pero debido a que éramos un puerto en verano la ciudad alcanzaba temperaturas bastante altas.

Me había sido imposible dormir con mi pijama de siempre, el calor me hubiera matado, así que opté por ocupar una de las camisas blancas largas que Pieck solía llevar.

La camisa a penas cubría la mitad de mis piernas, y era demasiado delgada, lo que la había hecho perfecta para dormir en esas circunstancias.

Cuando Zeke entró se quedó parado en seco, y al principio no pude notarlo ya que mis ojos seguían medió cerrados por el sueño.

Al ver que no se movía me froté los ojos para despejarme y le dirigí una mirada.
Zeke estaba parado sin moverse en el marco de mi puerta, sin camisa.

- Mierda - pensé, era obvio que los 2 estábamos en libertad de optar por la opción de ropa que nos pareciera más fresca para dormir.

Pero en ese momento no supe quién de los 2 estaba más paralizado; si yo, al ver a Zeke con su cuerpo tan perfectamente tonificado parado frente a mi, o él al verme a mi con una camisa que apenas me cubría las piernas la cual mostraba más de lo que me hubiera gustado por su tela tan ligera.

No sabría decir cuando tiempo nos quedamos así, solo recuerdo cuando Zeke me ofreció su mano como aquella noche, solo que esta vez dijo:

- Las temperaturas tan extremas no deberían de hacerle bien a tus heridas.
Estaba en lo cierto, recordé, desde la fractura de mis piernas mi cuerpo había creado 2 cicatrices bastante
desagradables en los lugares donde había terminado la regeneración.

Me ruborice, no sabía que Zeke hubiera notado mis cicatrices en algún momento.

- Si. - respondi - por eso preferí dormir con algo un poco más fresco.

Me paré para alcanzar mi suéter que se encontraba al costado de mi cama, y con el me cubrí parcialmente el cuerpo.

- Deberías, y me refiero a si quieres, y también a que es lo mejor para tu salud venir a dormir a mi habitación, he comprobado que al ser la más alejada de la entrada se mantiene más fría por las noches, incluso hoy.

Le dirigi una sonrisa a Zeke y tome su mano, dispuesta a ir a su habitación, al final, no era la primera vez que lo hacía.

Al mantener mis ojos fijos en los suyos no me percaté de que Pieck había dejado tirado un poco de agua en el piso, así que al dar un paso mi pie resbaló al instante.

Si los reflejos de Zeke no hubieran sido tan buenos acabaría con otro golpe en la cabeza, pero para mí suerte, el estaba justo ahí para sostenerme y evitar que chocara con el suelo.

Su fuerza no se comparaba con nada a la mía, había sido capas de sostenerme con un solo brazo, aunque había optado por utilizar ambos para evitar que resbalara.

La situación era más incómoda de lo que debería de ser para alguien como nosotros.

El me cargo enseguida y me coloco en mi cama.

- ¿Torciste tu pie, cierto?

- Si, pero no duele. - menti.

Algo que me hacía diferente a los demás Guerreros era que la capacidad de curación de mi titán era por mucho la más lenta de todos.

Mientras que las heridas de Reiner y Zeke sanaban en horas las mías podían tardar días.

Por eso se me trataba de mantener lo más alejada del combate desde la ocasión de mi lesión.

Era reducida solo a eso, una patética bailarina de cristal que podría romperse al más mínimo toque.

Zeke se ofreció a cargarme para llevarme a su habitación, ya que a diferencia de lo que dije, mi pie dolia más de lo quería admitir.

Mi orgullo no lo permitió y solo acepte de mala gana que me sirviera de apoyo para llegar ahí.

Llegamos a su habitación, abrió la puerta y me ayudó a caminar hacia la cama.

Tal como había dicho, su cuarto se encontraba fresco, y la sensación era reconfortante en extremo.

Me di cuenta de que ya no necesitaba mi suéter, así que procedí a quitármelo, y con el cubrí mis piernas para poder dormir más cómoda.

Zeke ya se había recostado a lado mío, con el brazo estirado dando espacio a que yo me recargara en su pecho, como lo había hecho antes.

Ver su torso desnudo me detuvo por un segundo, dudé, pero termine acomodándome junto a él, ya que lo único que diferenciaba esta noche de la primera vez era unas capas más de ropa.

Me acurruqué junto a él y fui cayendo en un sueño profundo al poco tiempo, era realmente extraño que pudiera dormir tan rápidamente cuando él se encontraba a mi lado.

Se lo adjudique a alguna mentira barata que las personas llamaban "amor".

Lo último que pude sentir antes de quedarme dormida por completo fue a Zeke susurrando.

- ¿Que estoy haciendo, acaso lo estoy empezando a hacer por decisión propia?

Vidas paralelas.  | 𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄 𝑺𝑵𝑲 | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora