Armin Arlert.

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Desperté de un inusual buen humor, había tenido otro sueño, pero este había sido diferente, como siempre no lo recordaba pero la sensación que solían dejar había sido remplazada por un extraño pensamiento de felicidad y comodidad, esperaba que siguiera así

Yo sabía que en mi los sueños eran más comunes que nada, pero siempre me habían causado molestia por los sentimientos que dejaban al irse, esto era algo nuevo, algo que no había sentido en su totalidad desde que tenía memoria.

Desperté más temprano que de costumbre, Jean parecía haberse quedado dormido en su silla, habitualmente partía a dormir en su habitación  y solo regresaba para  verificar mi estado en las mañanas.

Hoy el día parecía sonreírme desde ese instante, así que decidí ser una buena persona lo que quedaba de él, por lo tanto lo dejé dormir.

Me levante y cepille mi cabello, en una de sus visitas Armin había llevado consigo un cepillo que me había dejado en la celda.

Hasta mi cuerpo parecía reconocer que era un buen día, claro si dejábamos de lado que me encontraba en una celda capturada en un país enemigo todo sería una historia perfecta.

Reí, hace mucho que no reía, había olvidado aquella sensación.

Mi risa pareció despertar a Jean, quien por primera vez desde que lo conocía pareció notar mi existencia.

Sus ojos se clavaron en los míos, los tenía abiertos de par en par.

A pesar de mi buen humor no pude soportar aquella mirada suya, prefería que siguiera siendo aquel hombre con un ego tan grande que tarde o temprano terminaría por aplastarlo.

Cuando rompimos contacto visual se paro de la silla y fue en busca de quien supuse sería Armin.

Y como había previsto, el rubio bajo con la misma cara radiante que lo caracterizaba.

Me dio los buenos días y para su sorpresa yo le regrese el saludo.

Era la primera vez que intercambiamos más de 3 palabras desde el ataque a Liberio, deja de pensar en eso, arruinará tu día, me dijo una vocesita en mi cabeza.
Así que se quedó sin palabras y se confirmó con pedirme que me quitara la blusa para revisar mis vendajes.

- Ya no duelen - le comente mientras retiraba las vendas.

- ¿A si? Parece que sigues teniendo moretones bastante grandes, pero el hecho de que no produzcan dolor parece ser la señal de que has curado por completo.

- Si, están curados, puedo asegurarlo.

Pareció dudar un momento antes de preguntar.

- Si me lo permites, ¿puedo saber porque tu capacidad para sanar es tan lenta?

- Ah, si, eso es resultado de que tardaron mucho tiempo en ponerme el suero, mi cuerpo tuvo que aprender a sanar solo y el suero actuó de manera rara en mi, no hay una explicación concisa.

- Entiendo - dijo Arlert esbozando una sonrisa mientras se enfocaba en revisar mi pie.

Algo en mi le devolvió la sonrisa e inmediatamente me retracté, ¿que demonios estaba pasando conmigo?

Todo era por el sueño, mañana me sentiría como siempre, solo era por hoy, suspire y dirigí mi rostro hacia otro lado.

- Mmmm, parece que tu pie ha sanado, pero aún así no se ve del todo bien - me dijo en un leve tono de preocupación - creo saber que es lo que falta, iré con Arya.

E inmediatamente después salió de la celda para regresar en pocos minutos con ella.

Llevaba puesto una gabardina de color verde militar, larga, por debajo de las rodillas con el escudo de la legión de exploración en la parte de la espalda, así como una extra.

Ni piense que usare eso, me dije al instante, pero cambié de opinión con rapidez al notar lo sucia que estaba mi ropa y lo mucho que anhelaba una ducha y ropa limpia.

Debía aprovechar esa oportunidad, así que sin dudarlo, dije:

- Me gustaría que me dejaran tomar una ducha - trate de sonar lo más amable que pude.

Arya parecía esperar que dijera eso, así que le ordenó a Jean que entrara a ponerme las esposas para llevarme arriba a tomar un baño.

El salir del sótano la luz solar cego mi visión al instante, había pasado más de 1 semana sin ver la luz del sol directamente y el tenerla frente a mis ojos nuevamente me deslumbró como no pude preverlo.

A cuestas pude llegar a él cuarto donde se encontraba una tina con agua caliente, sorprendente parecía que la hubieran colocado especialmente para mi.

El ambiente tenía un aroma particularmente agradable, y pude identificarlo al instante, se trataba de flores de lavanda, cielos, como amaba ese aroma.

No tenía idea de como se habían enterado que la lavanda era mi flor y aroma favorito, supuse que la habían puesto ahí más con fines medicinales que de complacencia.

Jean me había dejado sola por el tiempo que me daba una ducha, es lo mínimo que podía hacer, al menos sabía lo que significaba privacidad, Arya me había dado la gabardina junto con un pantalón y una blusa blancos, así como unas botas.

Lo dejé separado de la tina para que no se mojara y me despoje de mi ropa.

Solo en ese instante pude observar mi cuerpo de manera detallada, los moretones de mi abdomen, algunos raspones que me hice al re acomodar mi hombro y como mi pie parecía seguir herido.

Entrar en conectado con el agua caliente me reconfortó y me hizo olvidarme de todo a mi al rededor.

Decidí cerrar los ojos y dejarme disfrutar aquel momento.

Podía quedarme ahí un tiempo...

Vidas paralelas.  | 𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄 𝑺𝑵𝑲 | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora