Carnaval de Liberio.

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Una semana después a mi encuentro con Falco empezaron a surgir rumores que la familia Tybur vendría a Liberio.

Constantemente veía a Zeke con el comandante  en reuniones secretas, sin la necesidad de que los demás guerreros estuvieran ahí.

No sabíamos acerca de que hablaban y no se nos permitía estar cerca cuando estas reuniones pasaban.

Mi tiempo de convivencia con Zeke se reducía a las noches, las cuales si el me hubiera pedido que lo postergáramos para que descansara o revisara asuntos con el comandante yo hubiera accedido, pero al contrario de lo exhausto que se veía todas las noches hablamos de asuntos triviales antes de dormir, el solía dormir un poco después que yo, ya que disfrutaba mucho leer antes de quedarse dormido.

Me despertaba a diario con un beso en la mejilla, lo cual ya se había vuelto parte de nuestra rutina y no me sobresaltaba en absoluto.

Los días prosiguieron iguales, hasta que un día por la mañana Falco me encontró caminando por el cuartel.

Acababa de terminar su entrenamiento con Zofia, Uddo y Gabi y se le veía más feliz que de costumbre.

- ¡Falco lo ha conseguido señorita Dreyse! - me grito animadamente Uddo.

- ¡Si, lo ha hecho, ha rebasado a Gabi en una carrera! - dijo Zofia emocionada.

Me adelanté a darle un gran abrazo a Falco y a felicitarlo por su buen desempeño.

- Gracias, señorita Freya - parecía quererme decir algo más.
Mi mente captó su intención y mande a Zofia y Uddo a buscar a Gabi, que seguramente debía estar con Reiner, ellos accedieron y fueron por ambos.

- Asi que Falco, ahora que solo somos tu y yo, ¿hay algo que quisieras decirme? - le dije en voz baja.

- Si señorita Fey, ayer hablé con el señor Kruger y le comenté acerca de usted, el pareció estar de acuerdo con que hoy me acompañara a verlo al hospital, dijo que le daría mucho gusto conocerla!

- Que buenas noticias Falco, justo hoy estoy libre, Zeke tiene una reunión toda la tarde con el comandante y no lo veré hasta que anochezca.

Falco tomó mi mano y nos dispusimos a ir al hospital.

Al llegar ahí Falco señaló una banca al final del patio donde los pacientes salían a tomar el sol.

Ahí se encontraba quien deduje sería el señor Kruger, con la cabeza un poco cabizbaja.

Decidí acercarme primero para mostrar educación y lo salude.

- Buenas tardes, señor Kruger, mi nombre es Freya Dreyse, un gusto en conocerlo. - le ofrecí mi mano en señal de saludo.

El me devolvió la mirada y en ese instante sentí como algo dentro de sus ojos color esmeralda se encendía, se quedó inmóvil, sujetando mi mano con más fuerza de la usual.

Parecía estar estudiando cada facción de mi cara, como si buscara a algo o alguien en mi.

La primera palabra que pudo articular fue:

- ¿Fey?

Oír mi sobrenombre pronunciado por un extraño me incomodo, pero decidí ignorarlo, tal vez Falco se había referido a mi con ese apodo ante el señor Kruger y por eso lo sabía.

- Si, ese es mi sobrenombre, puede sentirse libre de usarlo, no me incomoda. - le respondí cordialmente.

Falco me interrumpió dirigiéndose a Kruger.

- Mire señor Kruger, ya conoció a la señorita Freya, es una buena amiga mía, y al igual que usted ella pasó mucho tiempo en un hospital, ¿no es así?

Asentí.

- Perdóneme por haberla sujetado fuerte, señorita Dreyse, solo que la confundí con alguien que alguna vez conocí.

- Descuide, no hay ningún problema.

Nos quedamos aproximadamente una hora en lo que Falco le contaba al señor Kruger acerca de cómo le había ganado la carrera a Gabi.

Durante todo ese tiempo no pude evitar notar que la mirada de Kruger me estudiaba de reojo, parecía seguir muy de cerca cada movimiento que hacía o cada palabra que decía.

Al ponerse el sol le comuniqué a Falco que era hora de regresar al cuartel, ya que pronto Zeke terminaría su reunión y él debería de estar ya en casa.

Nos despedimos del señor Kruger y caminamos devuelta al cuartel donde Reiner se ofreció para llevarlo de regreso a casa.

Lleve mis cosas al cuarto de Zeke y me metí a la cama en espera de que él llegara.

No tardo más de 10 minutos en llegar, sonrío al verme y me comentó que estaba demasiado cansado, que mañana empezaría el carnaval en Liberio y nuestro itinerario iba a ser extenso.

Esta ocasión fui yo quien me adelanté a despedirme de él con un beso, el cual me correspondió antes de abrazarme y quedarnos dormidos.

Vidas paralelas.  | 𝑭𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄 𝑺𝑵𝑲 | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora