Capítulo 12

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La lluvia caía y el sonido del viento golpeaba en la ventana de la habitación de Gerard.

Era tarde. Las agujas del reloj señalaban las 03:57 de la madrugada y el pelinegro se encontraba sentado en su escritorio dibujando. No podía dormir y el sonido del exterior conseguía inspirarlo, por lo que sacó un papel y comenzó a trazar unas suaves líneas en este. Delicadamente fue contorneando y dando forma al dibujo, quería que quedara perfecto.

Sin darse cuenta sacaba la lengua un poco debido a la concentración y de vez en cuando apartaba el flequillo de sus ojos, el cual le impedía ver con claridad su obra.
Cuando consideró que ya había terminado de utilizar el lápiz, fue rellenando los espacios vacíos con color. Buscó por la mesa sus acuarelas y una vez las obtuvo, comenzó a mezclar en una paleta distintas tonalidades hasta que logró conseguir los colores que deseaba.
Concretamente eran unos colores castaños y avellana, seguidos de otros más claros.

Nunca había intentado dibujar a Frank, pero como su cumpleaños iba a ser en unos días, le pareció una buena excusa para hacerlo.
Iba a regalarle aquél dibujo.

Tenían además otros regalos que habían comprado los cuales estaban escondidos en la casa de Jamia para que Frank no pudiera encontrarlos fácilmente. Llevaban ya varios días planeando todo.

-Espero que le guste...-Dijo Gerard para sí mismo en un tono de voz baja contemplando su dibujo.

Se levantó de la silla y decidió ordenar todos los materiales que había sacado mientras dejaba secar la pintura en el escritorio.

Una vez terminó, se acercó al calendario que había colgado en su pared.
Ya era 27 de Octubre.

Gerard tenía señaladas varias fechas. En el día 31 había dibujado unos pequeños murciélagos por Halloween, rodeando el número y además había escrito una anotación donde decía: "cumpleaños de frankie!!"

En la siguiente página del calendario tenía apuntadas algunas fechas de los próximos conciertos que tendrían. El más cercano era el del día 9 de noviembre y el pelinegro estaba completamente emocionado.
Después de todo el tiempo que estuvo en el hospital, muchos conciertos fueron cancelados por su salud, y en esos momentos Gerard se moría por volver a cantar en un escenario.

Soltó un pequeño bostezo y miró la hora del reloj en la pared. Las 04:42.

Comenzaba a tener sueño. Se dirigió de nuevo hacia su escritorio y, comprobando que la pintura ya estaba seca, decidió guardar el dibujo en un sobre y lo escondió en un rincón de una estantería para evitar que el castaño lo pudiera encontrar.

Acto seguido se encaminó hacia su cama y se lanzó en ella, dejándose caer sobre el mullido colchón. Estaba agotado.

Sus ojos no tardaron mucho en cerrarse y quedó profundamente dormido.

¿No te diste cuenta? (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora