Capítulo 7

137 28 98
                                    


.....

Frank estaba tirado en el suelo lleno de sangre mientras Bert lo golpeaba.

-¡DÉJALO! ¡ÉL NO TIENE LA CULPA!-Se escucharon los gritos de Gerard a lo lejos. La sangre era lo único que se se distinguía en el rostro del castaño.

-¡ES EL CULPABLE DE TODO!-La voz de una chica sonó aún más lejana. Frank pudo ver desde la posición en la que se encontraba que era Lindsey, quien avanzaba poco a poco hacia Gerard. Lo arrimó hacia ella y besó apasionadamente sus labios.

-Aléjate de Gee...-Intentó decir el castaño, pero después de todos los golpes que estaba recibiendo se quedó inconsciente.

-¡FRANK! ¡FRANK!-Gerard gritaba. El nombrado notó que lo agarraban por los brazos y lo zarandeaban.-¡FRANK DESPIERTA! ¡DESPIERTA, POR FAVOR!

Abrió los ojos. Se encontraba en la habitación de Gerard. Todo había sido una pesadilla.

-Gee...-Suspiró el menor volviendo a la realidad, encontrándose con la mirada de ojos verdes que tanto le gustaba.

El pelinegro estaba a su lado. Se había dado la vuelta en la cama cuando escuchó el primer grito de Frank. Ahora estaba sentado con las piernas cruzadas y acariciaba el cabello del contrario con ojos llorosos y cara de preocupación.

-Habías empezado a gritar...Yo...Supuse que era una pesadilla, pero trataba de despertarte y no me hacías caso, por lo que me empecé a agobiar.

El castaño se incorporó y se desperezó soltando un gran bostezo. Cuando terminó, dirigió de nuevo su mirada hacia Gerard. Tenía el pelo totalmente alborotado y sus ojos se veían mucho más verdes de lo normal por el reciente llanto.

-Fue una pesadilla.-Sonrió levemente.-Pero ya pasó, no le des importancia.

-Está bien...-Dijo el moreno sintiéndose un poco más tranquilo.

-¿Qué tal has dormido?-No quería seguir hablando de su sueño, así que trató de cambiar de tema de conversación lo más rápido que pudo.

-Oh...Bien, aunque me duele un poco la cabeza por la resaca, no recuerdo exactamente qué ocurrió, ni qué dije...-El castaño supo desde un primer momento que eso iba a pasar, pero aún así se sintió dolido cuando lo confirmó, recordando todas las cosas bonitas que salieron por su boca la noche pasada.

«...no he sabido decirla que la amo. ¿Y sabes por qué no he podido, Frank? ¿Sabes por qué? Pues muy fácil, porque no puedo dejar de pensar en ti.»

«Te amo, Frankie...Buenas noches...»

Era evidente que todas esas palabras solo fueron producto del alcohol.

-No ocurrió mucho.-Sonrió tratando de olvidar todo lo ocurrido.-Simplemente te ayudé a ponerte el pijama y después me pediste que me quedara a dormir contigo.-Gerard sintió que la vergüenza lo iba a matar al escuchar que Frank lo ayudó a desvestirse.

-Pero...Pero luego no hicimos nada...Ya sabes...No ocurrió nada más, ¿no?-Estaba completamente rojo y se sentía idiota por no poder recordar con claridad.

-No ocurrió nada, te lo prometo. Simplemente me quedé a dormir aquí pero nada más.-La serenidad con la que dijo aquello logró tranquilizar al moreno.

-¡Menos mal!

-Ouch.-Respondió el castaño fingiendo estar herido. Sabía a lo que se refería Gerard, así que realmente no se ofendió.

-Osea...No me refería a eso...Quiero decir haces el amor genial...Osea no...Quiero decir si, eres increíble...Pero yo...No quería decir que me alegraba de no haber cogido contigo...Porque lo haces realmente bien...Pero...Dios, lo siento.-La cara de Frank no podía estar más roja. Gerard al notarlo dejó de hablar enseguida y notó que sus mejillas también se habían ruborizado.

¿No te diste cuenta? (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora