**Nina consideraba que su vida estaba bien. Hasta que acepta ayudar a su mejor amiga en un evento. Y descubre que es la trilliza perdida de una familia Real.**
Nina Evans siempre lo ha tenido todo bajo control: su trabajo, su familia y hasta su rela...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Y comenzó a sentir miedo real por lo que estaba enfrentando"
Llegó a la mansión sintiendo el peso que eso significaba a su vida. El cambio que produciría por completo ya estaba hecho. No podía huir a esas alturas. El día había estado lleno de emociones y situaciones demasiado complicadas. Quiso golpear a su hermana por haber lastimado a un chico que sabía no se lo merecía. Quiso pelear con su familia por haber reducido a una chica tan dulce como Mina, a una sombra. Quiso discutir con Fabrizio porque a pesar de sus mensajes estaba realmente distante con ella.
«¿Acaso algo podía romper aún más fuerte su corazón?» pensó mientras sacudía la cabeza. Todo estaba resultando ser muy difícil de sobrellevar.
En muy pocas palabras Mina le dijo que de seguro ella se convertiría en la favorita. Incluso le dijo que sus padres no estaban pendiente a su trabajo. ¿Cómo era posible eso? Nina quedó asombrada con el talento de su hermana. Incluso tomó fotos y se las envió a Alexa para que las viera. Mina era talentosa, dulce y amable. ¿Cómo es posible que no la convirtieran en su favorita? O aún peor, ¿cómo era posible que la redujeran a nada? Se le hacía terriblemente injusto.
No hizo falta darle vueltas al asunto.
Lina, esa que vio en cueros era la heredera del ducado. Sin duda eso la convertía en la favorita de cualquiera aun si no lo merecía. Nina se desenredó el cabello con sus manos mientras se acercaba a la puerta principal de la mansión Hiltmoose.
Y pensar que pudo crecer ahí. Ese lugar se sentía completamente ajeno a ella. Aun si se lo pidieran, no podría llegar a vivir ahí.
—Esta cena promete otro dolor de cabeza. Suerte que te preparaste, ¿verdad, Nina? —dijo en voz baja mientras iba a tocar el timbre.
Su mano se vio a medio camino en el momento que alguien rodeaba su cintura y la pegaba a un cuerpo masculino. Sintió la mano viajar hasta su pecho y tocarlo. Su corazón latió a mil por hora y la ira se hizo presente.
—¡Que carajos! ¡Maldito pervertido de mierda! No me toques, ¡cabrón! —dijo intentando zafarse.
—Tenemos que hablar, Lina. Lo que hiciste hoy no puedo dejarlo pasar. ¿Decirle a Walden? Serás bruta. ¡Eso no era parte de nuestro trato! —dijo ignorándola y apretando su pecho.
«¿Tenían un trato?» pensó Nina al escucharlo. Sacudió la cabeza no pudiendo más. Giró su cuerpo y golpeo su cara como las locas.
—¡Soy Nina, imbécil de mierda! Nina Evans y me conociste hoy. —dijo y en ese instante Jeremy pareció entender por completo. Soltó a Nina de inmediato y la vio sorprendido. Dándole una mirada por completo haciéndola sentir incomoda.
Nina se alejó sintiendo el corazón a millón por la adrenalina de querer matar a ese hombre. Si ya antes estaba molesta, ahora estaba rabiosa con ese tipo.
