Publicado Originalmente: 3 de septiembre de 2021
«Nina asintió sin poder controlar las lágrimas»
«Abrió los ojos sintiéndose desorientada. No lograba aclarar su mente. El dolor que estaba recorriendo por su cuerpo era insoportable. Recordaba los gritos que provenían de su propia garganta y el miedo que sentía. Giró su rostro y aunque su vista estaba borrosa lograba ver el cuerpo de su madre estaba inerte. No lograba verle la cara, pero podía sentir que realmente había pasado lo peor.
Intentó moverse, pero un gran peso estaba sobre ella. La cabeza estaba por estallarle, el dolor que sentía en el cuerpo la hizo gritar.
—¡Mama! —gritó desesperada. El sonido de su voz no salía de su garganta. Fue un grito que solo se escuchó en su mente.
Quería acercarse, ver si estaba bien. Todo le daba vueltas. Todo estaba estallando en su cara.
—Están muertos, señor, ¿que desea que hagamos con los cuerpos? —Nina sintió las lágrimas escocer por su rostro. ¿No entendía nada? Lograba ver solo el cabello castaño de un hombre. Pero su rostro era borroso.
—Papa... —murmuró en voz casi audible. No obtuvo respuesta.
—Déjenlos como esta. Den el aviso a la policía para que vengan hasta aquí. Suficiente tendrá ese hombre con perder a su familia. Merece encontrar sus cuerpos y enterrarlos como se debe. No soy tan egoísta.
—Por supuesto, señor. ¿Qué hay de la niña? ¿Le diremos a su familia que está muerta?
—No, ellos de todas formas la dan por muerta. No hay nada que hacer.
Nina escuchó como sus pasos poco a poco desaparecían. Su corazón estaba estallándole con fuerza. No paraba de sentir dolor, de intentar gritar. Quería dejarles ver que estaba viva.
Sus padres no podían estar muertos. Eso era una maldita pesadilla.
—Mama —dijo con voz desgarradora. Pronto sintió que todo oscurecía de nuevo. Podía escuchar el sonido de los pájaros y el crujido de las hojas moverse. Todo estaba oscuro, pero latente.
Pronto se formó el bullicio. Las sirenas de los guardias y paramédicos aparecieron. Y Nina estaba completamente exhausta. Observó el rostro de alguien en el cristal. La luz que recibió la dejó cegada.
—¡Tenemos un sobreviviente! ¡Es una niña! —escuchó de alguno de los guardias o paramédicos. Su cerebro estaba dormido. Las lágrimas continuaban, pero no lograba decir nada.
Pronto sintió que el cuerpo que estaba sobre ella se iba. Logró ver el rostro muerto de su padre y gritó. Esta vez su voz salió con claridad.»
Nina despertó en medio de gritos y llantos. Walden se acercó hasta ella y la envolvió en sus brazos intentando calmarla.
—Shh, shh, soy yo, cálmate. Tranquila, respira hondo. Ha sido una pesadilla. Solo eso, respira —comenzó diciendo.
ESTÁS LEYENDO
Cómplices Del Destino (Trillizas Hiltmoose Parte 1 y 2) ©
Romance**Nina consideraba que su vida estaba bien. Hasta que acepta ayudar a su mejor amiga en un evento. Y descubre que es la trilliza perdida de una familia Real.** Nina Evans siempre lo ha tenido todo bajo control: su trabajo, su familia y hasta su rela...