Narra Juliana
Val: —No tardes— pasó sus brazos por mi cuello atrayéndome hacia ella.
Juls: —No tardaré. — le confirmé uniendo nuestros labios.
Sergio: —Son unas dramáticas. — interrumpió. Mariana rio. —Irá al baño por menos de dos minutos y se despiden como si no fueran a verse por días.
Val: —No te metas— riendo lo golpeó una vez más.
Mariana: —Déjalas entrometido— dijo antes de llevárselo seguramente a la pista de baile improvisada la cual ahora teníamos enfrente. Por más que me había negado Valentina me había hecho entrar a la casa.
Atrape su labio inferior suavemente, mientras que ella hacía lo mismo con mi superior. Rosaba mi lengua con sus labios pidiéndole la autorización aunque claramente no la necesitaba. Entre abrió los labios permitiéndome que ambos miembros bucales se declararan una guerra.
Val: —Te acompaño— susurró entre besos.
Juls: —No— reí —Aquí no— bufo con fastidio y volvió a cortar la distancia entre nosotras —Vamos a casa— tres horas ahí ya había sido más que suficiente. "Di que sí, di que sí" Mordió su labio inferior y me miro risueña.
Val: —Me despediré de Sergio y te espero en el auto. — una vez más beso mis labios antes de perderse entre la multitud.
Subí corriendo las escaleras, “corriendo” entre comillas ya que era difícil subirlas con tanta gente en ellas. Caminaba tratando de recordar las indicaciones de Sergio para llegar al baño hasta que finalmente lo encontré, miré hacía la ventanilla de arriba de la puerta y el foco estaba apagado. Entre.
Terminé de lavar mis manos y me di la media vuelta para secarme y justo cuando tomé la toalla blanca la luz se apagó.
Juls: —Mierda— dije en un susurro al creer que la luz se había ido pero no era así ya que la música seguía sonando fuertemente, al igual que las risas y gritos de los presentes.
Di dos pasos tratando de acercarme a la puerta o tan siquiera al lavabo y así poder llegar a la puerta ya que era una obscuridad total, a lo mucho entraba poca luz por la ventana de arriba pero aun así no lograba ver nada.
Toqué la perilla de la puerta, pero un par de manos se posaron en mi abdomen. Estas subieron y bajaron lentamente, cosa que hizo que me relajara.
Juls: —Dijiste que me esperarías en el auto— no hubo respuesta por su parte más que un par de besos en mi cuello. Decidí seguirle un poco el juego.
Comenzó a empujarme lentamente hasta que choqué con el retrete, dónde me hizo sentarme. Esperaba que se acercara, era tan molesto no poder verla. Estaba por pararme cuando el sonido de un zíper me hizo quedarme pegada al “asiento”. Sentí sus manos en mis hombros y seguido se sentó en mis piernas. Me integre al juego, puse mis manos en su cintura ahora desnuda y hundí mi rostro en su cuello.
Juls: — ¿Cambiaste de perfume?— pregunté antes de hincar mis dientes sobre su piel.
Sus manos se enterraron en mi cabello empujando mi cabeza hacia atrás, sentía sus besos sobre mis mejillas, frente, labios. Traté de alcanzarla para poder besarla pero bajo por mi mandíbula hasta mi cuello. El contacto de su lengua con mi piel me hacía erizarme por completo. Tironeaba de mi playera así que decidí ayudarla alzando mis brazos.
Recorría cada centímetro cuadrado de mi pecho, mientras seguía jugando conmigo, provocándome besaba la comisura de mis labios y justo cuando intentaba besarla se corría.
Finalmente la tomé del cuello y la atraje hacía mi uniendo salvajemente nuestros labios. Rápidamente me separé de ella, al sentir el sabor del alcohol… ¿Alcohol? "¡Joder Juliana! ¡Hasta ahora te das cuenta!" Su sabor, su olor, sus besos incluso la textura de su piel, su tamaño y su peso ¡Todo era diferente! Mierda ella no era Valentina.
Narra Valentina
Llegué al auto, dejé la chaqueta de Juliana en el techo y me recargue en la puerta ya que no le había quitado las llaves y tenía seguro.
— ¿Valentina?— volteé al escuchar mi nombre… Gabriela.
Val: —Hey— dije seria y regresé mi mirada hacía la puerta, como si mirarla fijamente hiciera que Juliana apareciera por ahí.
Gabriela: — ¿Qué haces afuera?— busco entre las llaves el control de la alarma de su auto y lo presionó, seguido de eso el auto chillo dos veces.
Val: —Ya nos vamos— hablé en plural haciéndole entender que Juliana estaba aquí.
Gabriela: — ¿Tan temprano?— Miró el reloj en su muñeca.
Val: —Sí— hice una mueca —Estoy algo cansada.
Gabriela: —Que lástima— subió los hombros —Nos vemos lue…— su teléfono comenzó a sonar, me sonrió antes de darse la media vuelta para responder.
Ya habían pasado más de cinco minutos y Juliana no llegaba. Tomé la chaqueta y la colgué en mi brazo, entraría a buscarla; tal vez se había perdido la casa de Sergio era lo bastante grande como para hacerlo.
Subí las escaleras para ir hacia el baño, llegue a este y mire hacia arriba la luz estaba apagada. Señal de que estaba desocupado.
Abrí la puerta y encendí la luz y al hacerlo me encontré con un par en una situación para nada cómoda, al menos para mí no. Rápido bajé la cabeza.
Val: —Lo siento lo siento— repetí y cubrí mis ojos —La luz estaba apagada y pensé que… — finalmente reaccioné, finalmente mi cerebro procesó las imágenes que había visto, finalmente deseé no haberlo hecho, deseé no darme cuenta pero ya era muy tarde.
Cerré los ojos con todas mis fuerzas, rogando abrirlos y encontrarme con un baño vacío o encontrarme a Alejandra Alcázar sobre otra chica que no fuera mi novia… De nada sirvió.
Alejandra: —Debiste tocar la puerta.
Val: —…Y tú mamá debió haber abortado— Cruel… Lo sé.
Juls: — ¡Valentina! Yo…— Negué con la cabeza antes de darme la media vuelta para salir corriendo de la casa.
Las lágrimas claramente no se hicieron esperar... No, no y no ¿Qué se supone que haría ahora? No podía ir a casa de Sergio porque ahí seguía Juliana, no podía ir a casa de Juliana porque ahí vive ella y simplemente no podía ir a casa de mi madre a escuchar un “Te lo dije”… Y lo principal ¿En qué mierda me iría?.
Salí de la casa y cuando quise limpiar mis lágrimas recordé que aun traía su chaqueta, la cual no dude tirar en el suelo.
Con brusquedad limpié las lágrimas pero estas en segundos eran remplazadas por nuevas. No ponía atención por donde caminaba cuando choqué con alguien quien casi me tira al piso.
Val: —Lo siento…— le dije al momento de que me atrapó librándome de un fuerte golpe.
—No te preoc… ¿Qué te sucede?— vio mis lágrimas.
Val: —Nada— intenté liberarme de sus brazos pero no me dejó.
— ¿Estás bien?— preguntó.
Val: — ¿Lo parezco? — Pregunté irónica —Suéltame ya.
—Espera… ¿Puedo ayudarte en algo?.
Val: —No— me soltó. —Espera… si puedes.
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¡Omg!🤯 ¿Quién ayudará a Val? ¿Ahora que va pasar?🤯🤯
¿Un sólo capítulo?.. Pues sí, no he tenido time para organizar los capítulos pero me di cuenta de algo y les voy hacer una consulta, mejor dicho.. Les daré 2 opciones😁 No quedan muchos capítulos así que..
¿Qué prefieren?
1) Un super maratón incluyendo el capítulo final (será publicado el domingo)
2) Sigo actualizando pero será 1 sólo capítulo
Estaré leyendo y respondiendo sus respuestas y comentarios😎🤔😁
Las adoro bebecitas 💖💙