Doblé nuevamente la carta en tres para después prácticamente desintegrarla, rompiéndola en cientos de pedazos. Me puse de pie con una rabia incontenible que no sabía qué hacer, no sabía si gritar de nuevo, no sabía si creerle o si enojarme conmigo misma. Patee la mesa del centro con tanta fuerza que solo se escuchó el cristal al romperse en mil pedazos.
Respiré profundamente tratando de controlarme, no tenía por qué ponerme así de nuevo, ella se lo había ganado, ella había jugado conmigo y no se lo perdonaría nunca.
Narra Valentina
Llegué al aeropuerto, le pagué al taxi y bajé mis maletas, sólo eran las dos maletas que traía; caminé hacía el mostrador, puse mis maletas en la báscula, entregué mi pasaporte y boleto, me entregaron mi pase de abordar.
—Puerta A-3— indico el joven frente al mostrador.
Val: —Gracias— hablé tratando de que mi voz no se escuchara tan mal.
— ¿Todo bien señorita?— preguntó y rápidamente limpie la lágrima que se había deslizado por mi mejilla, ya que ni siquiera los grandes lentes obscuros habían logrado detenerla.
Val: —Si todo bien— dije tomando rápido mi pase y limpiando con brusquedad la lágrima.
Caminé rápidamente, extrañamente ya que aún faltaba media hora para comenzar a abordar.
Me senté mirando hacía el gran ventanal y no pude evitarlo... comencé a llorar, puse mi bolsa en mis piernas y oculté mi rostro en esta. ¿Por qué lo había arruinado así? ¿Por qué había jugado con ella? No sólo me sentía la peor persona del universo, era la peor persona.
Juliana jamás me lo perdonaría, seguramente la carta había terminado en un basurero pero bueno, me iría lejos, tanto Juliana como yo empezaríamos de cero.
Me formé ya que estaban abordando, la fila avanzaba lentamente ya que revisaban pasaporte y el pase, quería subir ya ¿Qué iba a hacer al llegar allá? No tengo ni la menor idea, sólo quería alejarme, no tenía el valor de ver a Juliana a la cara.
Sólo quedaban dos personas delante de mí, inhale profundamente y avancé sólo un paso ya que uno de los de adelante ya había pasado.
— ¿Te vas a ir? ¿Así de simple?— escuché detrás de mí y mi pulso comenzó a acelerarse, era ella.
Me di la media vuelta y ahí estaba, gotas de sudor resbalaban por su mejilla y su pecho se expandía y contraía con rapidez dado a la agitación.
Val: —Ju... Juliana— me saqué los lentes y una vez más explote en lágrimas.
Juls: —No me contestaste— dijo duramente — ¿Así solucionaras las cosas?— miré hacía abajo avergonzada —Mira que si peleamos de nuevo, tan siquiera dime a dónde planeas irte— sonrió —Llevó veinte minutos corriendo de un lado a otro tratando de encontrarte— dejé caer mi bolsa al piso para correr hacía ella y me recibió entre sus brazos.
Val: —Perdóname, perdóname— repetía mientras llenaba su playera con mis lágrimas.
Tomó mi barbilla y me hizo voltear a verla, sonrió y emitió un "Sh" para después unir nuestros labios en un perfecto beso.
¿Fin?..