Todos alguna vez hemos escuchado alguna leyenda o mito; las sirenas, las hadas, gente híbrida, los ángeles, personas con magia o con habilidades para conjurar, incluso hemos escuchado de los afectados de esos conjuros, etc. Y es muy poca la gente que le da importancia a este tipo de cosas, porque claro, son solo disparates ficticios ¿no es así? Acá tu servidora es de esa poca gente.
Ponte a pensar, veamoslo de otra manera, ¿Cómo es que se dieron estos mitos y leyendas? ¿Alguien se imagino todas esas fantasías? ¿Son algún invento de alguien para asombrar? Esas personas deben tener una gran imaginación para crear historias tan sorprendentes. Piénsalo, las leyendas, mitos, creencias, realidades, etc, tienen que venir de un inicio, sí no fuera así, ¿cómo es que tenemos una imagen en nuestra mente de eso "ficticio"? ¿cómo sabemos el físico de algo que "no existe"? ¿por qué le tememos a lo que no está? Todo cambia si lo ves así. El mundo entero no se a descubierto al 100%, hay muchas maravillas ocultas, y al saber cómo está el planeta, creo que es mejor así; que estén ocultas de nosotros los humanos.
Pero ni tú, ni yo, somos los únicos que creen en aquellos disparates.
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Hanna estaba por terminar de sembrar, era algo que ya tenía de costumbre. Cuando lo hizo, suspiro exhausta, limpiándose el sudor con su ante brazo.
— ¿Has finalizado? —Preguntó el señor para el que Hanna trabaja.
— Así es, señor Zidan. —Hanna se inclinó ante él.
— Perfecto. Anda a limpiarte, aún tienes tareas que hacer. —Mando el señor de ya tercera edad.
— Claro, señor. En un segundo término de asearme. —El anciano se retiro después de esas palabras.
Hanna Heredia; una chica gitana, de bajos recursos y solitaria. Hanna a una muy corta edad huyó de su hogar por un futuro mejor, pero la vida le jugó una mala racha, en lugar de un futuro mejor, le trajo uno peor. La chica desde que lo recuerda a trabajado para familias con estatus alto, atrayendole mejores oportunidades para sobrevivir. Hanna a sido severamente explotada por esas familias, pero eso le dejo de importar en algún punto; sí eso tenía que soportar para tener un techo y comida, lo haría, tenía que hacerlo. Su objetivo en la vida a sido sobrevivir y nada más que eso, era su precio por no nacer en cuna de oro. Pero no entraremos en detalles de su vida, su futuro es la clave de esto.
Hanna al terminar de asearse se dirigió a la cocina del palacio, debía preparar la comida rápidamente para la familia Zidan. La hizo en tiempo récord, apenas parpadeó, los platos ya estaban en la mesa. Después de eso se fue a lavar la ropa de cada integrante de la gran familia, fregó los trastes también, se encargó de ordenar ordenar las habitaciones, entre muchas tareas más. Cuando la una de la mañana dió en el reloj, Hanna por fin se dió el gozo de descansar. Y así era sucesivamente, todos los días, era una rutina que la mataba día y noche. Hanna ya estaba acoplada a esa vida, pero no puede negar que hay veces que a pensado en aventarse de un acantilado, o traicionar a sus superiores y dejar que le disparen por ser de clase baja, o ir al río y que la coman los cocodrilos, sinceramente eran buenas opciones.
