𝖧𝗂𝗃𝗈 𝖣𝖾 𝖫𝖺 𝖫𝗎𝗇𝖺 - 𝖧𝗒𝗎𝗇𝗅𝗂𝗑

13

— ¿Tú también estás enamorado de tu humano?

Interrumpió Minho al pelirojo mientras tomaba asiento a lado de él. Jeongin se encontraba sobre una nube y con los pies al aire, mirando a su humano charlar con, quien supuso, un amigo de él.

— No, simplemente me gusta verlo. El chico es muy activo en su vida.

— Mmmh, se parece mucho a su ángel. —Jeongin sonrió con orgullo.

— Oye... sé que ya me disculpé pero, aún quiero pedirte perdón por las palabras que dije ayer frente a Jinnie.

— Ya te dije que no importa, Jeong.

— Esa no es la repuesta que busco. —El de pelo cobrizo rió despacio.

— Claro que te disculpo. Yo no puedo estar enojado contigo, eres mi bebé. —Dicho eso, Minho paso su brazo por los hombros del menor para atraerlo a él. Jeongin sonrió.

— Ya no soy un bebé, Hyung.

— Para mí siempre lo serás. Tú y Jinn.

Los dos siguieron ahí sentados, Jeongin recibía mimos por parte de Minho mientras seguían viendo hacia abajo. En ese instante, Felix apareció en el panorama estando junto a Seungmin.

— ¿No se te hace algo raro, Min?

— ¿Sobre qué?

— Que el humano de Hyunjin no tenga misión, siendo que... ¿es normal?

— Bueno, no hemos hablado de eso con Laìa. Pero sí, es bastante raro.

— También es raro que Felix dé tantas vibras del hijo de Laìa. Es decir, Felix está hecho de la luna literalmente.

— Creí que habían descartado que Felix fuese el hijo de Laìa desde los primeros días. Hyunjin se encargó de eso.

— Min, nosotros no sabemos que pasó con sus disque padres realmente, nisiquiera Laìa sabe, solo supone que se escaparon con su hijo. Que Felix no sepa de Hanna no asegura que no sea.

— ¿Cuál es tu punto, Jeong?

— Que... tal vez Felix no tiene misión porque él es el hijo de Laìa. La misión realmente es para nosotros porque él simplemente no sabe lo que es.

— No lo sé, Jeongin. Suena muy irreal tu idea, pero tiene lógica.

— Además, Felix nos puede ver. Si fuera un simple don, desde hace cuando se hubiera dado cuenta.

— Antes de ser ángel fuiste detective, ¿verdad?

— Nunca dudes de mí, Hyung.

— ¿Y ahora como comprobamos eso? — Jeongin se separó del hombro de Minho y lo miró.

— ¿Tú me creés? ¿Quieres ayudarme?

— Sí te creo, Jeonginnie. No pienso dejarte solo en esto.

— Pero... si estoy en lo incorrecto y hacemos algo ilegal, tú... tú ya serí–

— No te adelantes, Jeong. Seremos cuidadosos, ¿sí? No pasará nada. —El menor asintió despacio.

— ¿Deberíamos decirle a Jinn?

— Tal vez no sea buena idea ahorita. Si es que resulta ser cierto todo esto, no me imagino el golpe que le dará a Hyunjin.

— Entonces no debería seguirse ilusionando.

— Estar enamorado es maravilloso, está vez opino lo mismo que tú, déjalo vivir la experiencia.