Las lágrimas de la luna

Diamante

Se cristaliza,
siempre brillante,
con miedo a romperse,
pero siempre radiante.
Le exigen brillar,
le han puesto ese cargo,
siendo que ella sufre
y nadie está a su lado.
Creen que es frágil,
pero ellos quieren hacerla así,
a veces lo logran,
pero ella sigue siendo feliz.
Siempre es el centro,
aunque se sienta pequeña,
ha luchado un montón,
y ahora se siente una era.
Le dicen que la salvaron
de ser sólo carbón,
pero ellos no entienden
que tiene un gran corazón.
Alguna vez fue carbón,
pero igual era hermosa,
vestida de negro o transparente,
junta ambas en una cosa
y lo hace excelente,
y siempre brilla,
pero no por el resto,
sino porque alivia.
Está orgullosa de sí misma,
diciéndose que es sólo una piedra,
pero ella nunca ve
que brilla más que una estrella.
Y se conforma con todo,
siendo que merece más.
La tiran al suelo,
pero no deja de brillar jamás.
Puede que esté rota,
pero esos pedazos gigantes
seguirán ganando ante todos;
ella siempre será diamante.