Y es que nos dictan cómo ser,
cómo actuar y cómo ver,
cuando se supone somos libres,
entonces déjennos correr.
Siempre dan una hoja
con criterios para no ser floja,
entonces dicen esto y lo otro,
y quieren que no sea roja.
Reclaman contra ese color,
pero proclaman siempre amor,
eliminan supuestos malos,
incluyendo su propio olor.
Están llenos de contradicciones,
pero llenan con proclamaciones
de que el rojo no es bueno,
de que los rojos son adicciones.
Y que uno no puede hablar,
porque a sus principios puede faltar,
pero ellos faltan a sus propias reglas,
y después no podemos reclamar.
Están basados en mentiras,
pero si hablamos, entonces son iras,
pintan todo de blanco puro,
sus tapaduras causan risas.
Y si salgo pintada vermelha,
y me proclamo a mí misma bella,
me llamarían abominación,
cuando la otra podría ser ella.
Saben muy bien lo que tapan,
pero aun así reclaman
contra el color elegido
para matar a lo que ellos aman.
Y es que el rojo nos da fuerzas,
y empuja nuestras naturalezas,
porque lo que ellos consideran malo,
nosotros consideramos bellezas.
Y tal vez ya se habrán ido,
en un mañana que estaba prohibido,
por la fuerza que tuvo, roja,
en ese reglamento corroído.
También nos quitaban el techo
por todo lo que habíamos hecho,
pero han maldecido más,
eso siempre será un hecho.
Entonces, cuando hayamos ganado,
y lo malo lo hayamos hablado,
no lloren ni supliquen,
porque sabemos todo lo que ha pasado.
ESTÁS LEYENDO
Las lágrimas de la luna
PoetryNo creo que estas rimas tenga sentido alguno... sólo espero que cuando sean leídos, lo encuentren.