Las lágrimas de la luna

Nuestra amistad

Raro, complicado,
tal vez un poco perturbado,
pero se prefiere dejar en silencio,
porque ya se habrá olvidado.
Poco que se comprenda,
pero eso no es lo que cuenta,
porque somos especiales,
importa lo que se sienta.
Relación inversa rara,
lo sabemos con ver la cara,
pero lo intentamos explicar
y nunca se nos hace clara.
Abundan siempre risas
por las respuestas imprecisas,
no entendemos bien;
queremos las cosas lisas.
Confusiones enredadas,
y aunque hayan sido habladas,
no sacamos conclusiones,
entonces no entendemos nada.
Tratos bien peligrosos,
al principio vergonzosos,
que hemos aceptado ambos,
lo que nos ha vuelto locos.
No sabemos definirlo,
no resultaría fino,
pero a veces lo intentamos,
porque siempre es divertido.
Los retos y apuestas,
preguntas de verdades secas,
nos han unido más,
amistad a cuestas.
Conversaciones de horas,
que parecieron pocas,
pensamos en pocos minutos,
porque nos arrastraron las olas.
Apodos conocidos,
para nosotros tienen sentido,
larga explicación,
pero es que nos han divertido.
Sin saber lo que queremos
miles de tratos hacemos,
palabras intercambiamos,
porque en realidad nos queremos.
Y qué pasa con negarlo,
no tiene sentido intentarlo,
ya es obvio para todos,
esta amistad es algo claro.
Imbécil, habrá que aceptarlo,
porque, si al principio era raro,
se supone, nos odiábamos,
tendremos que aclararlo.