Estando a punto de acercarse a donde Keiya, el zorro se atajó por segundos presintiendo la aproximación de un objeto, puede que no se haya visto con claridad, pero Sutā frunció el ceño cuando esa cosa venía a gran velocidad y no precisamente para atacarle a él. Gon observó que la hormiga se había detenido, lo que ocasionó que éste hiciera lo mismo y expresara un gesto desconcertado, entonces sus ojos visualizaron la imagen del zorro saltando para tomar algo que iba directo hacia él.
Una gota de sudor se asomó por un costado de la cabeza del pequeño, de no ser por el joven zorro Gon habría sido herido, la hormiga le salvó y él se encontraba agradecido haciéndose lo saber. Pero el problema no acababa ahí, aquel objeto era una rama de árbol cubierta por Nen, Sutā la seguía manteniendo en su boca y concientizaba quién era el responsable del ataque; seguidamente se escuchó el grito de cierta hormiga que vociferaba el nombre del zorro.
Keiya se manifestó frente a los dos con la guardia en alto, mirando con un semblante asesino al niño posicionado detrás del zorro, —Sutā-sama, ¿Quién es este humano? —preguntó con desconfianza la hormiga mapache.
El nombrado la miró con seriedad volviendo a su forma natural, retiró la rama de su boca con la ayuda de su mano; estas acciones sorprendieron a Gon, ¿Qué estaba ocurriendo aquí? ¿Acaso se trataba de hormigas quimeras? Se cuestionó internamente el joven. Justo ahora, si era atacado por esos seres no sabría cómo librarse de ellos, pues en estos momentos su Nen se mantenía suspendido gracias a un gato que se situaba en su hombro y consistía de un color rosado/morado con alas y cola que le hacían ver como un diablillo, estas circunstancias se vieron reflejadas ya que en el pasado tuvo un enfrentamiento con Knuckle y lamentablemente perdió.
—¿Pretendías matarlo? —cuestionó con voz fría, Sutā. Tanto el más joven como la sous chef sintieron helar su sangre.
Ella, poniéndose cabizbaja, le respondió —L-lo si-siento, Sutā-sama. C-creí que l-lo iba a ma-matar —temblando por el miedo y nerviosismo, suplicaba en sus adentros por que Sutā no le hiciera algo.
De momento Gon no sabía cómo reaccionar, lo que antes era un zorro ahora le superaba en estatura, quería ayudar a la joven hormiga mapache, pero desconocía la solución al problema, entonces sólo dijo —O-oye, está bien. Me encuentro bien gracias a ti, no hay necesidad de que te enojes con ¿ella? —, él desconocía si el género de Keiya era hombre o mujer, aunque en verdad creía que fuese una niña.
Sutā ladeó la cabeza para ver por sobre de su hombro a Gon, acto seguido volvió a ver a su sous chef y al instante soltó un suspiro mientras negaba suavemente con la cabeza, no logró evitar desprender una sonrisa de sus labios y una ligera risa que confundió a los presentes.
—No puedo creer que los dos hayan creído que me moleste. —dijo el zorro sacando por segunda vez una risa, —Relájate un poco, Keiya, sólo es un niño —explicó emanando una sonrisa para moverse y dar margen a que la hormiga viera al pequeño. Ella se tranquilizó liberando un gesto nervioso y echando un vistazo de pies a cabeza a Gon, quien se mantenía inmóvil y algo desconcertado por lo ocurrido, —. Gon, te presento a Keiya. Keiya, él es Gon, y te agradecería mucho si no intentarás volver a matarlo, él me ayudó amablemente con un humano mayor que quería golpearme con una escoba.
—¡¿Qué?! —gritó como primera reacción la recién nombrada, —¡¿Un humano le vio?! ¿Y se atrevió a golpearlo? ¿Acaso quería ser descubierto, Sutā-sama? —regañó mientras expresaba un semblante molesto.
El zorro suspiró mostrándose indiferente, no era que él quisiera ser visto sólo fue un accidente, del cual fue salvado por el más joven y debía agradecerle, no obstante, la hormiga mapache no soportó esa actitud de Sutā y fue directo a darle un zape en la cabeza, —¡Ay! —quejó el zorro, —¿Qué te pasa, Cero? No fue por que así lo quisiera, se debió a un descuido y ese humano tuvo mal temperamento que ocasionó que la cosas fluyeran así —comentó mientras se sobaba la cabeza.
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¿Él o Ella?
Fiksi PenggemarTraído a la vida su deber es proteger a la reina hormiga mientras está alimentando al que próximamente sería el rey de éste basto mundo o eso era lo que ella creía, pues, no contaría con que el propio rey la matara. Fokkususutā una hormiga sin ningú...