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Gustabo despertó lentamente en aquella habitación, dándose cuenta de que no era la suya, llevando una de sus manos a su ojo, el cual tenia sobre el un parche frio, bajando esta rápidamente.













Asustándose al observar sus dos brazos vendados correctamente.















Sintió el miedo crecer dentro de el, en aquel momento.













Cerrando completamente sus ojos, sintiendo unas ganas de ponerse a llorar en aquel lugar.















Sintiéndose tan tonto, aun al saber que tarde o temprano se daría cuenta.















Escucho como alguien entraba, sentándose junto a el, tomando con suavidad y una de sus manos.

















-No se lo digas.- habia apenas murmurado.

















-No lo hare- había contestado greco con suavidad en su voz, tratando de no alterar mas al mas bajo.



























-Pero sabes, que tenemos que hablar de esto.

Gustabo con B de BasuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora