𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐓𝐎𝐑𝐏𝐄𝐒; 𝐛𝐢𝐫𝐝𝐟𝐥𝐚𝐬𝐡

7. Irascible leader.

«Lo siento Robin, pero estás fuera».

Ese tono tan despreocupado, como si no le importara el hecho de que estuvo todo el día escapando de ese grupo de raros incompetentes con tal de fundar a los Titanes con miembros perfectos.

«Perdiste el control muchas veces, y un buen líder debe ser alguien cuerdo».

Eso lo destrozó.
Había sido como un balde de agua fría cayendole encima y toda una ola de frustración lo llenó.

¿Porqué le hacían esto?.

El había sido un chico bueno, el había tratado de ser paciente, soportó cada golpe hasta lograr tener a sus participantes favoritos en su grupo, ¿y que pasó?.

Todo se fue a la mierda, lo mandaron al carajo y no soportó más, terminó transformarse en el enano psicópata que todos conocían.

¿Porqué seguía siendo así?.

Quizás estaba haciendo algo mal. Quizás el era el del problema. El trataba de hacer las cosas bien pero su vibra no parecía llegar a sus amigos, parecía que la comunicación que habían entablado entre ellos desde el inicio se había esfumado totalmente y solo estaban juntos porque si. Era como un grupo de desconocidos que solo trabajaban juntos y se ignoraban los unos a los otros con tal de seguir su día a día.

Se sentía sólo, abandonado, despreciado, humillado.

Alfred le había dicho una vez: "Dios le da las peores peleas a sus mejores guerreros" cuando aún era el Chico Maravilla, y aquel refrán le había animado a seguir viviendo dispuesto a ser un buen guerrero y soportar cualquier tormenta.

Pero ya estaba cansado.

-Diosito, soy yo de nuevo-Cerró sus ojos con temor, entrelazando sus manos y rezandole al Yisus-Nunca te pido nada, pero por favor, ya no quiero ser tu mejor guerrero-Suplicó con voz entrecortada.

-¿Te encuentras bien, Robin?-Se sobresaltó al oír a Starfire hablar al lado de el.

-A-Ah...

De vuelta a la realidad, estaba en la mesa de la cocina junto a la tamaraniana, cumpliendo su promesa de probar los bocadillos de Tamaran que Starfire había preparado. Ya iba un plato de "nachos a la globniar"

-Si, no es nada-Respondió sonriéndole débilmente a su amor platónico, rascándose la nuca.

-Robin, te he notado muy triste y eso me preocupa, ¿seguro que estás bien?, ya no te has enojado con nosotros últimamente.

-¿Eso no debería ser bueno?-Robin alzó una ceja, Starfire rió nerviosamente-Oye, Starfire, ¿podrías responderme algo?.

-¡Oh, me encantan las preguntas! ¡Por supuesto!.

-Si, bueno, eh-Desvió la mirada, algo avergonzado-¿Tú me quieres?.

Starfire parpadeó confundida por esa pregunta tan tonta a su parecer.

-Robin, pequeño Wilnir Wusserloop, claro que te quiero.

Robin se giró hacia ella, sorprendido y sonrojado.

-¿En serio?-Robin sonrió esperanzado.

-¡Claro que si!-La tamaraniana le sonrió dulcemente-¡Te quiero mucho, Robin!.

-Oh, Star-

-Y a Cyborg, y a Raven, y a Chico Bestia, y a Sedita-Continuó alegremente Starfire.

La sonrisa de Robin se borró.

-Yo los quiero a todos Robin, son una familia para mí, y tú eres como un hermano para mí-Starfire le revolvió el cabello con cariño, Robin no pudo apreciar el gesto, pero tampoco podía odiarlo-Se que estás pasando tiempos difíciles, pero estoy aquí para ti, puedo apoyarte en lo que necesites.

-Gracias, Star-Robin le sonrió a la pelirrosa.

Le dió algo de hambre, así que sacó de su bolsillo una galleta de vainilla.

-¡GASP! ¡Robin! ¿De dónde apareció esa galleta?-Exclamó Starfire impresionada ante la repentina aparición de esa galleta.

-¿Qué? ¿Esto?-Alzó una ceja sin entender la sorpresa de la chica alienígena-Es una galleta, es de vainilla, la tenía guardada, me la dió-

Quedó en silencio de golpe.

Kid Flash. El principal tema de sus depresivos pensamientos de esa mañana.

El y de como lo ilusionó, luego lo destruyó psicológicamente, le robó su torre y al equipo que quería.

-Kid Flash-Murmuró escupiendo sus palabras y cerrando su mano en puño, destruyendo la galleta y haciéndola migajas.

-¡Robin! ¡Recuerda inhalar y exhalar! Tienes que controlar tu ira-Starfire le tomó de su mano izquierda queriendo consolarle.

Relajó el ceño, pero soltó un chasquido y dejó caer la galleta.

-¿Pasó algo con Kid Flash? ¿Te hizo algo? ¿Qué te dijo? ¿Quieres que vayamos a tu habitación y lo platiquemos?-La tamaraniana empezó a hacerle más y más preguntas acerca de su bienestar emocional y el porque de su enojo.

-Ese pedazo de mierda.

Se levantó de golpe de la mesa.
Starfire también se levantó algo espantada, pero siguió tratando de calmar a su compañero y líder.

-Robin, por favor, solo quiero ayudarte.

-No-La empujó a un lado, dirigiéndose a un lado-Al carajo con esta mierda-La pelirrosa no daba crédito a lo que escuchaba de su amigo-Estoy harto de esta puta mierda.

Cogió un calcetín del sofá y fue directo al elevador.

-¡Robin! ¿A dónde vas?.

-Me lo voy a coger-Respondió entre dientes apretando el calcetín.

-¿Para que cosa de quién?.

Antes de que Starfire obtuviera una respuesta, el elevador se cerró, dejándola con la palabra en la boca.