20. For you...

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—Dicky

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Dicky...

Está llorando a moco suelto, sus puños cerrados en cada mejilla mientras trata de limpiarse las lágrimas. Se balancea de adelante hacia atrás en aquel húmedo y oscuro lugar, negándose a enfrentarse a ese horrible realidad.

—¿Me oyes?

Sollozos agudos y resoplidos entrecortados llenan aquel espacio tan achicado. El pequeño azabache está llorando, sus rodillas tienen raspaduras pero no parece estar llorando por eso.

Si no por alguien.

—No, no me escuchas...

Su nariz está roja mientras sorbe descuidadamente, su llanto es casi una exclamación atropellada, tratando de respirar desesperadamente.

—Ya nunca más podré volver a jugar contigo...

Dick se frotó los ojos, un intento en vano de detener su llanto.

—Pero promete que nos volveremos a encontrar.

La puerta se abre bruscamente, la luz llena aquella bodega.

Prométeme.

El primer grito de su mayor era suficiente para que las heridas de viejos golpes comenzaran a escocer bajo su ropa, solo era cuestión de minutos para que comenzara la verdadera violencia, y no sabía si le dolía más por él o por Mary, su madre que ...

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El primer grito de su mayor era suficiente para que las heridas de viejos golpes comenzaran a escocer bajo su ropa, solo era cuestión de minutos para que comenzara la verdadera violencia, y no sabía si le dolía más por él o por Mary, su madre que solía recibir la mayor cantidad de impactos.

—¡Tú tienes la culpa! ¡Tú tienes la culpa de que esté así!

Rudolph gritaba con su propia voz. Quién diría que el cuñado de Barry Allen fuera así.
Mary lo miraba desde el otro lado de la sala. Ella tampoco entendía nada.

—¿De que esté así quién? —Respondió suplicante Mary, Wally gimió de temor tras la puerta. —¡Te juro que no sé de qué me estás hablando!

Mary rompió a llorar de nuevo. Rodolfo estaba parado a media sala, mesándose los cabellos con enojo y desesperación.

—Nunca debí haberte escogido. ¡Nunca! —Decía, más para sí que para ella. —Yo sólo quería que el estuviera sano y bien, y por tu culpa... ¡Por su culpa!

𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐓𝐎𝐑𝐏𝐄𝐒; 𝐛𝐢𝐫𝐝𝐟𝐥𝐚𝐬𝐡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora