dónde Robin es increíblemente torpe como para pensar en si mismo y en sus sentimientos.
o dónde Kid Flash es increíblemente torpe como para poder ser amigo de Robin.
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Por circunstancias desconocidas tanto para el o para cualquiera, Kid Flash despertó en una bolsa de basura afuera de la torre titán.
Se llevó una mano a la cabeza y soltó un quejido, se levantó como pudo de entre las bolsas del contenedor y sostuvo de este mismo tan pronto llegó al suelo.
—A ver, a ver, ¿Qué pasó?—Kid Flash se llevó una mano a la cintura, desconcertado al ver tal lugar para despertar—Oh si, ya lo recordé—Frunció el ceño amargamente, sintiendo una punzada en el estómago.
Soltó otro quejido, acariciando su cabeza con dolor, dió un paso, otro quejido.
—Mierda, siento como si un camión me hubiera pasado encima—Empezó a caminar lentamente, sosteniéndose de las paredes durante el camino, tratando de hacer equilibrio por todas la sensaciones dolorosas que sentía—Rayos, Robin, me puse buena onda y te pusiste mamón.
Bien, ya había salido de la parte trasera de la torre, podía ver la ciudad de Jump City a lo lejos.
La brisa marina y la ligera humedad le hizo cerrar los ojos y tallarselos con las manos.
—Que bonita noche, en mi casa no se dan así, que cosas—Dijo Kid Flash viendo como las olas se movían lentamente y el cielo estrellado sin luz artificial cercana—Me voy a quedar dormido.
Se dió varias palmadas a la cara para mantenerse despierto, empezó a cojear directo a la salida de la isla.
Se giró por última vez a la torre titán, y sintió de nuevo una punzada en el estómago.
—Yo sólo quería ser su amigo—Dijo Kid Flash tristemente.
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—¡El quería tomarme por imbécil!—Se quejó el líder lobo solitario, caminando en círculos furiosamente, haciendo gestos obscenos con sus manos—¡Si sólo lo hubiera agarrado por la garganta y apretado desde ahí...!—Soltó un fuerte gruñido, moviendo sus manos como si estuviera estrangulando a alguien.
—Robin, en mi opinión, debes mantener la calma y la paz interior—Aconsejó cortésmente Starfire, quién estaba sentada cómodamente en el sofá jugando con su mascota Sedita—Recuerda, ¡queso en el desayuno!.
—Si, si, si, amor y paz, claro, lo entiendo, pero es que, ¡¿quién se cree para venir y pedir el hermoso beneficio de tener relación conmigo?!—Replicó Robin, pateando un cojín de por ahí.
—Viejo, le rompiste tu bastón en la cabeza, y luego agarraste ambas mitades y lo golpeaste con ellas—Dijo Cyborg mirándolo con desaprobación, el susodicho estaba al lado del sofá con varias herramientas y el bastón roto—¡Y ahora el que lo tiene que arreglar soy yo!.
—¡Déjalo! Sólo iré de nuevo al árbol de la sabiduría—Dijo Robin levantando sus brazos.
—Robin, eres demasiado explosivo con tus sentimientos—Regañó Starfire cruzandose de brazos—Debes calmarte, primero inhala, luego exhala—Starfire le sonrió.
—Kgghhhhh—Robin inhaló con una expresión de dolor—¡AGHHHHH!—Robin exhaló temblando de la furia.
—Es peor de lo que imaginé—Susurró Starfire sorprendida.
—Ya lo mataste, ya no volverá a molestarte de ahora en adelante—Dijo Raven neutralmente, continuando con su actividades de ver su serie de “Mi lindo pegaso”.
—No es cierto—Dijo Chico Bestia, quien estaba mirando atentamente frente al ventanal de la sala.
—¿Tú no estabas muerto?.
—El está vivo—Dijo Chico Bestia y se giró a ver a su líder—Robin, el se va.
—¡¿Y?!—Robin se encogió de hombros, restándole importancia.
—Robin, el se va—Volvió a repetir Chico Bestia tristemente—El quería hacer amigos, el se va por ti.
—¡No me jodas, Chico Bestia!—Robin se cruzó de brazos mirando enojado al pequeño Bestita—¡El te llamo rarito y nos quitó a nuestro equipo una vez! No sientas pena.
—Robin, ¿porqué le pegaste?—Volvió a preguntar Chico Bestia.
—Tengo tres buenas razones.
—¿Y esas tres buenas razones son...?—Cyborg levantó una ceja.
—Número uno: es un pendejo; número dos: me cae mal y lo odio; y número tres: es un marica.
—¿Marica?.
—Kid Flash tiene un lonchera de princesas y por eso Robin dice que es un marica—Le respondió Chico Bestia señalando a su líder lobo solitario.
—¡Y tenemos una reputación que mantener! No podemos dejar que un homosexual nos haga quedar mal frente a otros superhéroes—Continuó Robin haciendo como si espantara a una mosca con la mano.
—Viejo, pensar eso no está bien—Dijo Cyborg con desaprobación—Y no le metas esas ideas a mi amigo Bestia, ¿quieres?.
—¡Oh, vamos! ¡¿Tú también eres un marica o que?!.
—¡No, hermano! Sólo no es nada cool.
—Tsk, como sea, me iré a dormir—Robin se dió la media vuelta, llendo directo a su habitación.
