dónde Robin es increíblemente torpe como para pensar en si mismo y en sus sentimientos.
o dónde Kid Flash es increíblemente torpe como para poder ser amigo de Robin.
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—¡LLAMEN A LA LIGA DE LA JUSTICIA! ¡ME ESTÁN MATANDO!.
Dió un salto hacia atrás y retrocedía en otras dirreciones, mientras Robin se lanzaba sobre el con su bastón, alzandolo y dando golpes al aire al fallar en darle. El velocista trataba de esquivar la actitud violenta del Chico Maravilla y no tener que golpearlo, pero el susodicho no se la ponía fácil.
—¡Te voy a matar!—Gritó furioso Robin, moviéndose rápidamente al rededor, golpeandolo con su bastón sin resultado alguno.
—¡Robin! ¡Robin! Basta—Activó la súper velocidad, ahora esquivando con más facilidad los ataques del contrario.
—¡Estoy harto de ti!—Le respondió, ahora sacando sus batarangs, lanzandole unos tres o cuatro, que se incrustaron a una pared a centímetros de rozarlo.
Kid Flash soltó un chillido de espanto.
—¡Oye! ¡¿Yo que te hice?!—Replicó, levantando los brazos.
—¡Existir! ¡Eso hiciste!—Decir que las palabras no le dolieron sería mentir—¡Siempre estás humillandome y burlandote de mi!—Robin corrió hacia el alzando el bastón, Kid Flash corrió hacia la izquierda, haciendo que el Chico Maravilla estampara su arma contra el suelo.
—¡Pero si no te hice nada estos días!—Le reclamó de nuevo.
Bueno. Ciertamente era cierto, había sido un cabrón en el pasado, le robó su torre, su porte de líder, su equipo en dos ocasiones y luego lo humilló incontables veces por pura diversión y no lo iba a negar.
—¡¿Nada?!—Robin sonrió sarcástico—¡Has estado queriendo ilusionarme con una cursi propuesta de amistad! ¡Pero no caeré en tus juegos, no de nuevo!—El pelinaranja volvió a soltar un chillido, aterrado con las intenciones del azabache.
Chasqueó la lengua y empezó a correr en círculos al rededor del Chico Maravilla, creando una nube de polvo evitandole la vista. Robin tosió y afinó sus sentidos tomándose en serio lo que estaba pasando.
—¡Ni creas que vas a escolar de mi, pony, te haré gemir y destrozaré tu trasero con mis propias manos!—Vociferó mirando hacia todos lados en alerta, con la cortina de polvo rodeándolo.
—Habla más pausado, no puedo entenderte—Escuchó a Kid Flash detrás de si, no dudó ni un segundo más en lanzarle otro batarang.
—¡SILENCIO!—Se volteó enojado—¡Siempre estás jugando conmigo! ¡Siempre es así! ¡Te aprovechas de que estoy vulnerable para escupirme en la cara!.
—¿Quieres que haga algo por ti?—Kid Flash se cruzó de brazos, alzando una ceja.
—¡Desaparece!—Respondió, empuñando su bastón nuevamente y corriendo hacia el.
