CAPÍTULO DIECISIETE

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☀️ Maratón sorpresa [2/3]🌻

—¿Pe-pena de muerte? — Mark cayó al suelo, en un evidente estado de shock por lo escuchado. P-Perth no puede mo-rirLevantó el rostro mientras sus lágrimas humedecían sus mejillas.

—No morirá, encontraremos las pruebas necesarias para salvarlo — Gulf se arrodilló junto a Mark y lo ayudó a ponerse de pie.

—¿Cómo quieren hacer eso? —intervino Yuteng —Esto no es Estados Unidos, cometió una masacre y debe pagar por ello.

—¡ÉL NO LO HIZO! —gritó Mark, soltándose de los brazos de Gulf y sobresaltando a Yuteng. —¡Sé que encontraré las pruebas necesarias y yo mismo me haré cargo de que el verdadero o los verdaderos culpables paguen por haber hecho que Perth esté encerrado en ese maldito infierno! — Todos se sorprendían cada vez más al ver el nuevo comportamiento de Mark. 

—Así será —dijo Gulf y ahora si nos permites, tenemos que trabajar en devolverle la libertad a un inocente. — Todos los demás aún seguían en shock, ninguno quería que Perth muriera, él era inocente y ellos probarían con hechos que así era y que ha sido así todo el tiempo.

—Suerte con eso. — Yuteng exclamó, con tono sarcástico —Muero por ver como tratas con la justicia Japonesa.

—Amaré ver tu cara de estúpido cuando seas testigo en primera fila del libramiento de Perth. — Gulf tomó a Mew del brazo —Y más te vale que no te interpongas en mi camino, soy el mejor en hacer pagar a oficiales corruptos como tú, maldita escoria. — Yuteng estaba completamente furioso, su enojo se notaba hasta en sus poros. Gulf continuaba sujetando a Mew, siendo el único que podía calmarlo de esa manera.

Yuteng guardó silencio, furioso, Mew había tocado un punto sensible, lo había encontrado. Salieron de ahí y la única que permaneció en el lugar fue Samantha, Yuteng miró hacia atrás para asegurarse que nadie pudiera ver lo que haría a continuación y al asegurarse de que así sería, caminó hacia Sam y la tomó del cuello. Ésta jadeó de dolor e intentó retirar la mano de Yuteng de su cuello pero fue imposible.

—Fuiste tú, ¿verdad? Maldita zorra — Sam negó asustada —¿Tú les dijiste que soy un corrupto? — Samantha dejaba salir pequeñas lágrimas, sentía temor y arrepentimiento, mucho arrepentimiento.

—N-no,... lo juro... n-no f-fui yo,... Yu, su-suél... — Yuteng la soltó de golpe, haciéndola caer bruscamente al suelo.

—Eres una idiota, tú sabes que si yo caigo tú también lo harás, querida esposa —Rió sarcástico.

Samantha sobaba su cuello, sus ojos estaban de un color rojo un tanto intenso y las marcas de los dedos de Yuteng eran visibles en su cuello. Su pecho subía y bajaba en busca del oxígeno necesario.

—É-él lo descub-brirá. — Sam habló entrecortado —Él lo descubrirá y-y te... —Tragó grueso y negó con la cabeza ante la atenta mirada de Yuteng n-nos encerrará. —Sollozó

—¿A mí? — Yuteng se burló —No lo creo, eso nunca sucederá. Suppasit jamás estará a mi altura —Acomodó su saco. Caminó hacia Sam y con una sola mano apretó sus mejillas —. Suerte, querida esposa. — La besó bruscamente en los labios —Callada te vez mejor — La besó nuevamente, Sam ladeaba la cabeza intentando evitar los besos, pero Yuteng no se lo permitía. La empujó contra la pared y sin decir más salió de ahí.

•𝚃нє 𝐃𝐀𝐑𝐊 αи∂ 𝐆𝐋𝐎𝐎𝐌𝐘 𝙳𝙴𝚃𝙴𝙲𝚃𝙸𝚅𝙴• [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora