♡ • ESPECIAL PERTHMARK • ♡︎

569 132 36
                                    

La luz se coló por la ventana de aquella habitación que se encontraba en el quinto piso del hotel de París. El delgado cuerpo se giró al lado izquierdo con sus ojos aún cerrados, arrugando su nariz en el momento en que sintió el cabello ajeno provocarle cosquillas. Sonrió, levantando su mano izquierda comenzó a buscar la delgada cintura del castaño que sabía estaría a su lado. Al encontrarla hizo un poco de presión y tiró del cuerpo ajeno para acercarlo más al suyo.

—Despertaste... —Escuchó hablar a su castaño. —¿listo para un nuevo día? —preguntó entusiasmado. Negó con la cabeza, enterrando su rostro en el cabello ajeno.

—¿Más museos? —balbuceó, mientras hacía un puchero.

—¿No te gustan los museos? — Mark levantó su cabeza para poder ver con claridad a su novio, ambos quedando frente a frente luego de que el contrario se acomodara mejor, sonriendo besó el puente de la nariz de Perth.

Cualquier lugar está bien para mí siempre y cuando sea contigo, lo sabes. — Mark sonrió.

Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina, encendió la cafetera y luego la estufa para prepararle el típico desayuno a su novio: waffles, café y huevos revueltos. Seguidamente preparó la mesa, colocando los dos platos y los respectivos cubiertos, sonrió al divisar a su sexy novio caminando hacia él.

—Podemos quedarnos en el hotel si lo prefieres. — Aunque tenía un muy bonito plan para hoy, no le importaría renunciar a él si eso aseguraba la completa comodidad de su novio. Perth tomó a Mark de la cintura y besó su mejilla.

—¿Por qué?... —Lo besó, extrayendo sus suspiros y unas traviesas sonrisas estamos en París, quedarnos en el hotel es lo menos que debemos hacer. Solo hemos visitado pocos museos, ¿no? —Sonrió.

—Pero a tí no te gustan los museos, Perth. Sé que te resultan aburridos. — Mark hizo un puchero.

—Nada me parece aburrido siempre que estés conmigo, Mark.Presionó sus dedos en la delgada y fina cintura del analista técnico. —Visitamos el Museo Rodin, Museo de la Orangerie, el Musée du Quai Branly, el Museo Picasso, el Museo del Louvre, el Musée d'Orsay y... ¿me faltó alguno? —cuestionó sonriente.

—El centro nacional de Arte y Cultura. — Mark soltó una carcajada ante la cómica reacción de su novio.

—Bueno, ese también. ¿Hay algún museo más en tu planificación de viajes? —Soltó a Mark, ambos fueron hacia la cocina.

—Hay un lugar más... — Mark se sonrojó —pero será sorpresa, ¿ok?

—¿No puedes decírmelo ahora? — Perth hizo un puchero, Mark negó con una sonrisa. —De acuerdo, entonces... reclamaré una compensación por esperar. — A medida que avanzaba hacia Mark, su voz se fue volviendo más grave.

Estando a tan solo unos centímetros de los labios ajenos, los demandó en un profundo y húmedo beso. Sonriendo al sentir como Mark de inmediato rodeó su cuello con sus manos, Perth aprovechó el sumiso comportamiento de su pareja y sujetándolo de ambos glúteos lo alzó para poder sentarlo en la encimera de la cocina.

Mark se dejaba hacer a todo lo que Perth quisiera, cerró sus ojos ante los húmedos y suaves labios que pasaron de su boca a su cuello, aprovechando para acariciar la suave espalda del detective. Su piel se erizó a medida en que las yemas de los dedos de Perth comenzaron a recorrer sus piernas con lentitud, los dedos llegando incluso por debajo de los pequeños shorts cortos que portada. La mano ajena se introdujo debajo de la tela y al momento en que la misma iba a rodear su miembro, se escuchó el alarmante ruido de la alarma de incendios, pues los waffles se habían vuelto carbón en la máquina de waffles.

•𝚃нє 𝐃𝐀𝐑𝐊 αи∂ 𝐆𝐋𝐎𝐎𝐌𝐘 𝙳𝙴𝚃𝙴𝙲𝚃𝙸𝚅𝙴• [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora