•𝚃нє 𝐃𝐀𝐑𝐊 αи∂ 𝐆𝐋𝐎𝐎𝐌𝐘 𝙳𝙴𝚃𝙴𝙲𝚃𝙸𝚅𝙴• [✓]

CAPÍTULO TRES

Llegamos a la casa de la víctima y al ingresar a la sala de dicha casa nos encontramos con un desastre, literalmente todo estaba regado por todas partes, parecía que la víctima hubiese luchado por no ser secuestrada, llevando todo a su paso. Nos adentramos al cuarto de la víctima y ahí parecía estar todo perfecto.

—No parece que la entrada haya sido forzada... —dijo Zee —lo cual nos conduce a que la víctima lo dejó pasar amablemente.

—Eso quiere decir que lo conocía, y no solo eso, lo esperaba... y la actitud de él la tomó por sorpresa y por ello ella puso resistencia, aunque... no sirvió de mucho —expresé intrigado.

—Pero no hay rastros de sangre, lo que quiere decir que no la noqueó a golpes, tuvo que haberla desmayado de alguna otra forma. — Zee recogió un pequeño libro.

—Cloroformo —murmuré, cien por ciento seguro —. Él venía muy preparado. Debemos volver a la estación, nos reuniremos todos y hablaremos más profundamente acerca del caso, además, hay que hacerles saber a los demás que este caso no es tráfico de órganos. —dije, mientras nos dirigimos al auto dejando ahí a los agentes del FBI.

—De acuerdo —respondió Zee.

Mientras íbamos de camino de nuevo a la estación mis pensamientos se perdieron en el ¿Por qué? ¿Qué motivos puede tener alguien para hacer algo tan vil? Zee me veía inquieto, sabía que él también se sentía muy desconcertado con respecto al caso, si bien a diario nos enfrentamos con escenarios como este: Cuerpos abandonados sin órganos; este caso precisamente nos hacía sentir raros, más preocupados de lo normal.

Es decir, cuando tratamos casos de tráfico de órganos sabemos que esos órganos tienen un fin, o sea, sabemos donde van a parar, sin embargo, ahora no sabíamos el ¿por qué? y el ¿dónde estaban? esos órganos.

Además, en el tráfico de órganos no se ve el abuso sexual ya que sabes que lo que les interesa son sus órganos, no más allá de eso. Pero este ignoto era un caso diferente, tendríamos que usar todo nuestro conocimiento con ayuda del FBI, al final de cuentas ellos tienen que perfilar sí o sí.

—También te preocupa, ¿no es así? —pregunté, volviendo mi mirada hacia Zee sin desconcentrarme del volante.

—Definitivamente, Mew, no entiendo quién en su sano juicio podría hacer algo como esto —expresó, notoriamente indignado.

—¡ESO ES! —exclamé exaltado, provocando que Zee me mirara asombrado y dudoso.

—¿Eso es qué? —preguntó curioso.

—Nadie en su sano juicio haría esto, Zee, por lo cual nuestro ignoto parece de delirios psicóticos, es un psicópata sádico y si los resultados del forense expresan lo que me imagino, es un sádico sexual. Eso nos cambia las cosas pero también las facilita —expresé, emocionado por haber encontrado algo más.

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[Pov: Perth]

Llegué con el médico forense y al entrar rápidamente me encontré con el cuerpo de la víctima cubierto con una sábana blanca, mientras el médico hablaba y me entregaba su reporte yo veía detenidamente el cuerpo ya sin vida de la chica.

—Presenta múltiples laceraciones, al parecer sufrió tortura, ¿no es así? —pregunté, retóricamente al médico, sin dejar de hojear su reporte.

—Así es, agente, al parecer no solo fue secuestrada y seguidamente mutilada de su estómago sino que también fue torturada y mucho más antes de morir —expresó el médico, aturdido