CAPÍTULO VEINTITRÉS

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Luego del tan eterno viaje de dieciséis horas y casi cuarenta minutos _el cual por cierto fué en autobús puesto que si viajaba en avión serían cuarenta horas de viaje y a él le precisaba llegar lo más pronto posible_ bajó del autobús y sin importarle nada más se dirigió exactamente a CUÁNTICO. Esperaba encontrar a Mew y aunque quería reclamarle por no haber atendido sus llamadas, sabía que no tenía derecho alguno de hacerlo, así que solo le haría saber lo que había descubierto y luego si el detective le decía que no lo quería cerca suyo, él se iría.

Tomó el primer taxi rumbo a CUÁNTICO, en todo el camino había continuado marcando el número de Mew, pero ahora sonaba apagado, lo enviaba directamente al buzón de voz. Ya que había llegado a Virginia por la mañana pues tomó el primer bus que salía de Wisconsin a Virginia, logró llegar temprano y el tráfico no estaba tan pesado, más bien considerablemente fluido, así que gracias a eso bastaron solamente minutos para encontrarse frente a las instalaciones de CUÁNTICO.

—Muchas gracias. —Extendió el dinero al taxista y salió del auto. Suspiró al estar frente a la puerta. Todo sea por Mew. Su corazón no había dejado de indicarle que algo malo ocurría. —Por favor, Mew, tienes que estar bien. —Apretó el agarre en la maleta y caminó hacia el interior del edificio.

Al ingresar, lo primero que encontró fue a policías y agentes caminando con prisa de un lado a otro, eran exactamente las díez de la mañana, recordaba que la última vez que estuvo con Mew aquí habían llegado casi a la misma hora y no había estado tan ajetreado. Sí, algo ocurría. Indudablemente.

Suspiró nuevamente y caminó hacia el jóven oficial de recepción. El chico de inmediato se percató de su presencia.

—Buenos días, ¿en qué puedo ayudarlo? — El oficial preguntó, antes de que Gulf dijese algo.

—Buenos días, soy el agente Gulf Kanawut del FBI, estoy buscando al detective Suppasit. —Mostró su placa.

—Me temo que no puedo ayudarlo. — Gulf frunció el ceño —El detective Suppasit aún no llega.

—Pero son las diez de la mañana, ¿por qué no ha llegado? — La preocupación que anteriormente tenía, se cuadriplicó ante lo recientemente descubierto.

—Lo siento, me temo que no puedo darle más detalles, agente. Si gusta vuelva más tarde, es posible que el detective ya haya llegado. — Gulf negó con la cabeza y se alejó del chico.

Cerró sus ojos y mordió internamente su labio, arrancando la telita superficial de este.

“¿Mew, dónde estás?”

Aquello no era normal, Mew no llegaría tarde a su trabajo por más dificultades que tuviese, sabía que al regresar a Virginia lo primero que Mew quería hacer era investigar acerca de la mafia. Se maldecía internamente por no haberle entregado la foto de su hermana.

No, se maldecía aún más por haberlo dejado.

Gulf dirigió su mirada hacia Boun, quien apareció saliendo del ascensor, siendo acompañado por Perth, Zee y cuatro agentes más. Gulf recordaba a estos chicos de la última vez que estuvo en Cuántico. El rubio se veía visiblemente preocupado, al igual que Zee y Perth.

—Llama a Thongdi, dile que necesitamos su ayuda y que si le es posible viajar que lo haga cuanto antes.—Le dió instrucciones al tercer agente. Mientras Mark y Prem encuentran más información, Perth, Zee y yo iremos al apartamento de Mew, buscaremos algo que nos dé una señal de dónde está. Maxiin y NamJoon llegarán en unas horas, permiteles entrar a la sala de juntas y dales toda la información que pidan, que Prem se encargue de ellos. — Todos asintieron.

•𝚃нє 𝐃𝐀𝐑𝐊 αи∂ 𝐆𝐋𝐎𝐎𝐌𝐘 𝙳𝙴𝚃𝙴𝙲𝚃𝙸𝚅𝙴• [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora