Luego de salir de la escuela, me dirijo a donde siempre nos encontramos con mis hermanos para irnos. Pero, cuando voy a doblar la calle me detiene Bruce con su auto. Lo que me faltaba...
Me detengo frente al costado izquierdo de su auto. —¡¿Qué haces Bruce?!— Ruedo mis ojos con molestia mientras giro a mi izquierda y comienzo a caminar.
Él me sigue pegado a la orilla de la acera. —Solo quiero hablar, por favor... En verdad no entiendo nada, ¿por que no me hablas ni respondes mi llamadas?—
Me giro furiosa. —¿Tal vez porque te he dicho que esto ya era demasiado para mi y que no podía seguir contigo así?¿O acaso no me escuchaste? Entiende, no quiero verte.—
Él frena automáticamente. Yo al ver que se queda detrás doy unos cuantos pasos más pero por alguna razón no puedo seguir, así que tomo aire y me cargo de paciencia para ir hacia él una vez más. Odio ser de corazón blando... Levanta su rostro al verme volver. —¿Qué haces?¿No que no querías saber más de mí?—
—No quiero, o al menos no por el momento. Pero no puedo ser simplemente una desalmada Bruce. Aún si te lo mereces... Así que ya, habla.— Me cruzo de brazos.
Él suspira pesadamente. Se ve triste. —Es que no comprendo Abi... ¿Qué te he hecho? Es decir, sí, tienes razón conmigo en la mayoría de las cosas que has dicho pero aun así, si realmente me amas, ¿por qué no puedes ayudarme a ser mejor? No puedo hacerlo solo yo...— No puedo creer lo que dijo.
Lo interrumpo apoyando mis manos con ira en el borde de la ventanilla abierta.— ¿Ayudarte, a ser mejor?¿Mejor que qué Bruce?... ¿Mejor que un maldito alcohólico?¿No crees que lo intenté? Levante tus mierdas por meses; Te lleve ebrio en taxi a tu casa miles de veces, incluso los pagué todos yo y jamás fuiste tan atento como para al menos devolvérmelo con un simple detalle; Te pedí... No, mas bien te suplique que dejaras el alcohol, que comenzaras a ver las cosas de otro modo, que ya no eras ese chico abandonado y solo, que yo podría apoyarte para lograr superar todo. ¿Pero sabes qué? Lamento informarte que sí, debes hacerlo solo y si realmente lo quisieras podrías. Yo no soy quien para obligarte a cambiar. Tal vez sí sea quien puede acompañarte, pero si no lo estoy haciendo ahora no es por que no lo haya querido, sino porque tampoco me dejaste hacerlo. Y pasé por todo tratando de no darle importancia, aguantando, solo por ti, pero eres tan egoísta que no lo quieres ver. Así que no te obligaré a cambiar ni te lo diré más. Pero entonces tampoco tú me obligues a seguir estando contigo, porque no quiero... Así no.—
Se queda congelado y luego frunce el ceño con tristeza. —¿Entonces no me amas?— Se le ponen cristalinos los ojos.
Yo trato de no quebrarme al verlo así. —La pregunta aquí es... ¿Realmente tú me amas a mí? Porque de ser así habrías cambiado, y no solo por mí, habrías visto que también era por ti. Yo no merezco esto, y tú tampoco... Lo lamento Bruce.— Me despego del auto y doy un paso atrás.
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Un día como cualquier otro día
Roman d'amourHOLA!!! Ay perdón, ya estoy gritando, debe ser la emoción jeje, lo que pasa es que nunca antes había hecho esto de contar mi historia... La verdad no se como comenzar, supongo que todas las historias tienen un inicio, pero no estoy segura si esta ti...