Capítulo XI

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El lunes la escuela se había vuelto más fácil de alguna manera.

Había empezado a dormir mejor desde que terminó la canción y ¿Quién lo diría? Podías hasta interesarte por el tema de la clase cuando no tenías que tomarla con dolor de cabeza o medio dormido.

En contraste, Kenia estaba de un humor de perros.

— ¿Estás bien?

Preguntó luego de verla arrojar la mochila contra la banca al llegar al salón dónde tomaban estudios sociales.

— No tan bien como tu nueva amiga celebridad, pero sí, estoy perfectamente.

Su respuesta la dejó completamente confundida. Estaba acostumbrada a que usara irónicamente la expresión "Tu amiga la influencer" para referirse a Lía, pero ahora no tenía idea de a qué se refería.

— Mmm ¿Estás molesta por algo?

—Dime, ¿Qué se siente que tus amigas tengan sus 15 minutos de fama mientras tú sigues en el anonimato? Bueno, al menos está vez apareció tu nombre en los créditos, pero aun nadie se acuerda de ti, sólo de la cantante ¿No te molesta?

Oh, ya. Estaba enojada por el tema del vídeo, seguramente por el otro nombre que aparecía en los créditos.

—La canción era para que recordaran a Lía, no a mí.

— ¿Eso te dijo? ¿Y no te pareció de mal gusto aprovecharse de la popularidad de su amiga muerta para hacer que la gente escuchara a su ridícula banda de escuela?

Usualmente no le daba mucha importancia a sus comentarios venenosos, sabía que tendía a atacar todo lo que se le ponía enfrente cuando estaba molesta por algo, pero Dana no tenía que ver con eso y no le agradaba que la acusara de algo tan desagradable sin siquiera conocerla.

—No, yo le pedí que cantara la canción. Fue mi idea ¿Vale? Yo la escribí ¿Recuerdas? Lo decía en los créditos.

— ¡Por favor! Ahora eres igual de falsa que ellas ¿Qué pretendías al escribirle una canción a la zorra que te quitó al novio? Todos saben la clase de persona que era ella y la clase de persona que eres tú ¿A quién querías engañar?

—Cometió un error, me lastimó y la odié por eso, pero también la quise por muchas razones. No importa si llegó a perdonarla o no, ya no está y no quiero recordarla sólo por eso y tampoco es justo que eso sea lo único que los demás recuerdan de ella.

—Ahora resulta que eres una muy buena amiga ¿Por qué le sigues hablando a Axl entonces? ¡Sabes bien como terminamos!

—Terminaron porque no quiso gastar su dinero en lo que querías que se pusiera para el baile, eso no lo hace una mala persona ¿Ok? Además no sé nada de música, necesitaba quien compusiera la melodía.

— ¡Ahora lo estás defendiendo! ¿Cómo puedes ser tan hipócrita? ¿Qué te parecería si yo buscara una excusa para hablarle a tu ex?

—No necesitas una excusa, adelante si quieres hablar con él, de todas formas no te soporta.

Respondió en voz baja, pero con tono cortante.

Kenia había empezado a gritar, y sus compañeros empezaban a verlas mal.

No tenía intenciones de continuar con la conversación, así que se puso sus audífonos, lo cual se traducía en cualquier idioma del mundo como "no pienso escucharte, así que no molestes."

Salió apurada en cuanto acabó la clase, en caso de que su amiga tuviera ganas de seguir discutiendo, y, fiel a la costumbre, fue a comprarse un café con la esperanza de que eso le ayudara a recuperar el buen humor.

La tercer mentiraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora