La madre de Corina no estaba del todo contenta con sus calificaciones, pero ella estaba satisfecha con haber aprobado todos los finales, ya que eso significaba que podía olvidarse por completo de la escuela durante las vacaciones.
Iría a los eventos de la semana cultural que organizaba la escuela antes de que reiniciaran las clases, pero eso no contaba. Era el último año que asistiría y quería que fuera un buen recuerdo de su época en la preparatoria, no estaba muy segura de tener suficientes de esos.
Además Axl le había pedido específicamente que fuera a una de las presentaciones, Iba a cantar una de sus canciones y quería que sus amigos estuvieran ahí para apoyarlo.
Había aceptado tan encantada como sorprendida. Unas semanas antes no se hubiera imaginado al rubio que se sonrojaba tan fácil cantando enfrente a toda la escuela, especialmente algo que él mismo había compuesto.
Como era de esperarse, lo notó bastante nervioso cuando ella y Dana se acercaron a desearle suerte antes de que subiera al templete que serviría como escenario.
— Ya te he escuchado antes, sé que lo harás bien.
Le dijo para animarlo.
— ¡Diviértete! Imagina que estás cantando sólo para ti, los demás van a amar tu canción de todas formas.
Aconsejó Dana.
Él respondió con un asentimiento y se fue hacía su escenario, sonrojado hasta las orejas.
Ambas jóvenes estaban en la primera fila.
No era de sorprenderse que prácticamente toda la parte femenina del alumnado se hubiera congregado para escucharlo. A Corina le preocupaba que la multitud lo pusiera aún más nervioso, pero la inquietud de su amigo no tenía nada que ver con el público.
Cuando cantó una línea sobre cómo escuchar la voz de su musa lo había motivado a buscar la suya y que lo único que deseaba era oírlas unidas en armonía para siempre, Corina abrió la boca incrédula y automáticamente desvió la vista del escenario para ver a Dana, que parecía tan sorprendida como ella y escuchó el resto de la canción con lágrimas en los ojos.
Terminó su interpretación y cuando se disponía a agradecer al público, subió hacia el escenario y corrió hacia él.
Lo abrazó con fuerza, aun llorando, y él no supo que hacer además de estrecharla también entre sus brazos, con las mejillas encendidas como si estuvieran al rojo vivo pero incapaz de ocultar el brillo con el que la felicidad había salpicado el azul de sus ojos.
Corina se unió al público, que celebraba extático con gritos y aplausos.
Tan pronto como fue capaz de cerrar la boca, una amplia sonrisa apareció en su rostro. Así que Axl había terminado escribiendo una canción para Dana después de todo.
Era extraño que, a pesar de que se había dado cuenta desde hacía mucho de cómo la espontaneidad de Dana podría ayudar a Axl a permitir que su talento brillara y cómo la disciplina de él era el empujón que ella necesitaba para tomarse en serio su carrera y dar el siguiente paso como cantante, este giro de eventos la había tomado desprevenida, quizás el sólo hecho de que fuera un final feliz lo volvía inesperado.
Cuando su amiga recordó que estaban sobre un escenario frente a toda la escuela y rompió el abrazo, la pareja recién formada agradeció con una referencia y se retiraron para abrirle espacio a la siguiente presentación, entonces decidió que era un buen momento para acercarse a felicitarlos, luego poner alguna excusa para desaparecer y regalarles un rato a solas.

ESTÁS LEYENDO
La tercer mentira
Novela JuvenilCorina creía ser la mejor en el juego de ingenio "Tres mentiras", hasta que una partida dio un giro macabro, obligándola a enfrentar su pasado y el miedo a ser traicionada nuevamente por las personas que más ama.