Capítulo 13 - Fuera.

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A la vuelta también pasé de coger el bus, aparte de que entre paradas y esperar a que llegara iba a tardar más que si iba andando. Mientras iba subiendo las escaleras iba escuchando a alguien gritando, una voz que me sonaba. Mierda Sara. Las pocas escaleras que me quedaban las subí corriendo.

- Tú, ni la toques. - Dije al tal Hugo. Al decir eso se giró.

- Hombre si es el pavo del otro día, el tal Mangel Rogel. Un placer conocerte. - Dijo en tono vacilón.

- No vaciles, que no sabes con quien te estás metiendo.

- Lo sé perfectamente. ¿O vas a llamar a tu querido Rubius o como coño se llame a que te defienda?

- No tienes ni puta idea de mi vida privada, yo que tú me iría de aquí ahora mismo.

- Ja, ja, ja… ¿O si no que?

Este tío me estaba cansando, resople y sin que se lo esperara le metí un puñetazo en la cara. Sacudí la mano, pegué mal y me hice algo de daño. Parece ser que no le hice ni un rasguño. No sé quién iba a salir perdiendo pero espero que no doliera mucho.

*Narra Sara*

Mangel le dio un puñetazo a Hugo, parece ser que se hizo algo de daño pero Hugo ni se inmutó del golpe, era demasiado grande.

Se fue acercando poco a poco a Mangel, con cara de pocos amigos, bastante cabreado, una cara que yo conocía muy bien, su enfado iba en aumento, pronto se encontró con Mangel, contar la pared. Yo intentaba hacer que parasen pero ni mis palabras ni mis lágrimas conseguían nada, parecía como si yo no estuviera.

Siguió acercándose más a Mangel, lanzó un puñetazo contra su cara pero este se apartó y pudo esquivarlo en el último momento.

*Narra Mangel*

Cuando Hugo intentó darme el primer puñetazo me aparté y pude esquivar el golpe que iba con rabia. Me coloqué detrás de Hugo y al girarme vi que tenía los nudillos rojos con algo de sangre, menudo golpe había dado, de la que me libré al esquivar el golpe, si no llego a tener reflejos quedo ahí.

En estos momentos me estaba arrepintiendo de haber empezado la pelea, pero esto era por Sara, debía hacerlo y bueno porque prácticamente se metió conmigo.

*Narra Sara*

Hugo, aún mas enfadado si cabe, se lanzó hacia Mangel, intentaba darle un golpe tras otro, pero este era un poco más rápido que él y los esquivaba a duras penas. Finalmente uno de los golpes le dio de lleno, un puñetazo en la cara, vi como el labio le sangraba, Hugo era demasiado fuerte y yo no podía hacer nada para parar la pelea.

*Narra Mangel*

Titubeé un poco pero al ver a Hugo acercarse de nuevo a mi reaccioné y me incorporé, esquivé algún que otro golpe más, pero este no paraba. Decidí lanzar yo un golpe, acerté de pleno en el estomago y este se encogió, tuve un pequeño respiro, me dolía demasiado el puñetazo que me dio en la cara, notaba como el labio empezaba a hincharse y tenía algo de sangre.

*Narra Hugo*

Este cabrón me esquivaba la mitad de los golpes y encima acertó a darme en el estomago. Cuando me incorporé le vi distraído intentando recomponerse del puñetazo en la cara que le di. Como veía que contra el capullo este no iba a conseguir nada me dirigí hacia Sara. Toda mi rabia fue contra ella, intentó correr pero como buena torpe que es se tropezó y cayó al suelo.

- Perra, no te vas a librar de esta, ya que tu amiguito esquiva todo lo más seguro es que te las lleves tu a cambio. ¿Qué te parece? - dije con una sonrisa.

*Narra Mangel*

Estaba en el otro lado del portal, vi que Hugo amenazaba a Sara, saqué fuerzas de no sé ni dónde y fui a por él. Conseguí placarle y los dos caímos al suelo, muy cerca de ella, la cual retrocedió arrastrándose un poco. Me puse encima de él y le di varios puñetazos como anteriormente hizo él.

Cuando vi que no oponía resistencia me levanté y fui hacia Sara, la levanté del suelo donde todavía seguía y la abracé. Me giré y vi a Hugo levantándose, a duras penas consiguió ponerse en pié.

- Me las pagarás. Esto no va a quedar así. - Dijo amenazante.

Dicho eso se dirigió hacia las escaleras y le perdimos de vista. Metí a Sara a casa y me senté con ella en el sofá.

- Sara, ya pasó todo. - intenté tranquilizarla.

- Se que esto no acabará nunca. Lo sé, le conozco.

- Tranquila, de momento si ha pasado. Que me he llevado un par de hostias, pues si pero bueno.

- Ven anda, que te curo eso. - intentó sonreír.

Esto ahora mismo parecía la típica escena de película. Se levantó del sofá y se dirigió al baño donde tenía el botiquín.

- No te va a doler.

- Más de lo que me ha dolido ya no creo. - Reímos.

- Eso es cierto, has estado muy bien, pero no tenias que haber empezado la pelea. - Hablaba mientras me iba curando el labio.

- ¡¡Ay!! - Me quejé. Escocía un poco. Ella sopló un poco.

Me gustaba la sensación de sus dedos rozando mis labios. Nos estábamos mirando fijamente a los ojos y notaba  como poco a poco los dos nos íbamos acercando el uno al otro. Íbamos a besarnos. Pero justo en ese momento tocaron al timbre.

Nos separamos rápidamente y ella se levantó a abrir. No me lo podía creer habíamos estado tan cerca. Estaba colgado de la vecina y llevaba un tiempo en ese estado. Tenía ganas de besarle y el maldito timbre nos interrumpió. Típico de las películas.

*Narra Sara*

Justo íbamos a besarnos y sonó el timbre. Nos separamos y me levanté a abrir. Fui hacia la puerta lentamente, todavía me temblaban algo las rodillas. Primero observé quien era por la mirilla, tenía miedo de que pudiera ser Hugo de nuevo, aunque era lo menos probable.

Vi que era Cheeto uno de los compañeros de piso de Mangel. Abrí.

- ¡Hola! ¿Está Mangel? - Dijo mientras se rascaba la nuca.

- Si, pasa.

- Gracias.

Nos dirigimos al salón.

*Narra Cheeto*

Llegamos al salón y vi a Mangel sentado en el sofá.

- Tío ¿dónde te habías me…? ¿Qué cojones…? ¿Quién te ha hecho eso?

- Nada un gilipollas. Pero tranquilo, no es nada.

- ¿Qué no es nada? Pero si tienes el labio jodido y el ojo morado.

- Cheeto que no es nada tío.

- Si no es ahora es luego, pero me lo vas a contar si o si.

- Vale, ya luego más tranquilamente.

*Narra Sara*

Cuando se fue Cheeto nos volvimos a quedar a solas Mangel y yo.

- Sara, creo que tendrías que descansar un poco.

- No, estoy bien.

- Tienes que descansar. Si te tengo que llevar a la fuerza a la cama para que duermas lo haré.

- Pues hazlo. - reí. Creo que es la primera vez que me reí desde que entramos en casa.

Buenas gentecilla!!! Siento haber tardado tanto en subir pero este capitulo ha sido muy dificil de escribir, nunca habia escrito una pelea y he tenido ayuda de mi amigo Danielus, como siempre. Espero que os haya gustado este salseo. Muchas gracias por leerme y por la paciencia que teneis de esperar tanto. Os loff muchos corasones geis :3 

Colgado de la vecina (YouTubers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora