Era una mañana algo fría y volvía a casa con la compra y el ascensor estaba ocupado, vi como entraban unos señores con cajas y subían al cuarto piso, justo donde vivía yo. No recuerdo haber escuchado a ninguno de estos dos decir nada de cajas, ni nada por el estilo. Y no teníamos vecinos… vale… Nuevos vecinos, espero que no vinieran a quejarse por nuestros gritos al grabar, porque si no nos íbamos a llevar mal, muy mal.
No tenía ganas de subir cargado con las bolsas hasta el cuarto así que decidí esperar a que volviera el maldito ascensor. Mientras esperaba apareció por la puerta una chica no muy alta, con el pelo algo rizado, pelirroja, con pecas en la cara y si no me equivoco tenía unos ojos verdes precioso. Traía una caja en las manos y una maleta colgada del hombro derecho.
- Hola. - dije algo tímido.
- Hola. - contestó sin tan siquiera girar la cabeza.
- ¿Eres una vecina nueva? - intenté romper el hielo.
- Si. - volvió a contestar sin mirarme y algo seca.
Después de eso decidí no volver a abrir la boca, parece ser que sería una vecina “difícil”. Pero bueno, yo intentaba ser todo lo amable posible. Ahora mismo lo único que quería era que bajara el maldito ascensor y llegar a casa. Al rato se abrieron las puertas y de el salieron dos hombres, supongo que serian los que estaban subiendo las cajas al piso.
Entramos los dos en el ascensor y al dar al botón…
- Ups, lo siento. - dije cuando nuestras manos chocharon al ir apretar el numero 4.
- No pasa nada, no sabía que también ibas al cuarto.
- Si, vivo ahí y por lo visto seremos vecinos puerta con puerta.
- Eso parece. - y no dijo nada más.
Esta chica era algo rara, ya no sabía si era maja, era borde, me caía bien, me caía mal… En estos momentos estaba demasiado desconcertado. Cuando el ascensor paró en el cuarto esperé a que se abrieran las puertas. La hice un gesto para que saliera ella primero. Me dio las gracias y entró a su casa.
- ¿Cheeto? ¿Maximus? - dije al abrir la puerta.
- Mangel, estamos en el salón. - oí decir a Cheeto.
Dejé las bolsas en la cocina, coloqué las cosas que había comprado y fui al salón. Cada semana nos tocaba a uno hacer la compra y esta me tocó a mí.
- Tíos tenemos vecina nueva.
- Por eso tanto ruido antes. Pensamos que ya venían los vecinos a quejarse o algo. - dijo sarcásticamente Maximus.
- ¿La has visto? - preguntó Cheeto.
- Si, en el ascensor. Y no puedo deciros como es. Parece bipolar chaval, unas veces me contesta bien y otras todo borde.
- Bueno a lo mejor está agobiada por la mudanza, ¿te recuerdo como estabas tú el día que vinimos a esta casa?
- Pero lo mío fue porque los tíos de la empresa de mudanzas casi me rompen la mitad de las cosas.
- Vale, eso también es verdad. Tío falta de presupuesto, no podíamos contratar a otros, eran demasiado caros. - comentó Cheeto.
- Eh por cierto ¿cómo es? ¿Está buena? - preguntó Maximus con su típica sonrisa de ligón.
- Ya la verás tu mismo. - contesté alzando una ceja.
- Vale, lo pillo. Está buena. - rió.
- Mangel. - gritó Cheeto desde la cocina. - ¿Has traído la nata para cocinar?
- Hostia, se me ha olvidado por completo.
- Pues ya sabes, te toca bajar otra vez, por parguelas.
- Tío ¿no puedo bajar esta tarde? Me da pereza.
- No, porque si no hoy no puedo cocinar la pasta.
- Coño pues hazla con tomate como toda la vida se ha hecho.
- ¿Mangel? - entró al salón y me echó una mirada asesina.
- Vale, vale… ya bajo, no me comas.
Puto Cheeto, me tocaba bajar otra vez, espero que esta vez no estén los señores estos de la mudanza ocupando el ascensor. Me puse el abrigo que dejé hace apenas 10 minutos en la habitación y salí de casa. Apreté el botón para que el maldito aparato subiera. La espera concluyó y entré.
- ¡Espera, espera! - oí decir alguien. Por acto reflejo puse el pie en el medio para que la puerta se volviera a abrir. - Gracias.
- De nada. Llegaste a tiempo.
- Si. Menos mal, porque si no me hubiese tocado bajar las 80 escaleras que hay.
- ¿Has contado las escaleras? - pregunté extrañado.
- Si, me ha tocado subirlas y bajarlas tres veces en lo que llevo en esta casa. Maldito ascensor.
- Vale, pues ya no tendré que contarlas cuando me aburra.
- Por cierto me llamo Sara Luna. - dijo con una sonrisa.
- Yo Miguel Ángel, pero me puedes llamar Mangel.
- Encantada Mangel. - me dio dos besos y el ascensor abrió sus puertas. - Bueno ya nos veremos más veces en este amado aparato que nos salva de subir 80 escaleras todos los días.
- Lo mismo digo. - contesté
No me lo podía creer la nueva vecina era maja. Y bueno una chica como ella me había hablado y yo no había muerto en el intento de contestar. Siempre que me hablaba una chica tan guapa no me salían las palabras, con ella era… distinto.
Estaba delante de la puerta del portal pensativo hasta que una señora me sacó de mis pensamientos.
- Perdone.
- Estos jóvenes de hoy en día se quedan dormidos en cualquier lado. Pero por lo menos eres educado. - acto seguido la señora se metió al ascensor.
No pude evitar reírme al oír a la señora decir eso, me recordó a mi abuela. Creo que era la vecina del tercero, me la solía encontrar todos los días al ir a comprar.
Salí del edificio y fui directo al supermercado a buscar la maldita nata para los espaguetis a la carbonara que iba a hacer Cheeto. Iba por un pasillo en busca del botecito cuando me choco con alguien.
- Lo siento, no estaba mirando por donde iba.
- Hombre, nos volvemos a encontrar. Estas perdonada.
- Mangel, ¿puedes ayudarme a buscar esto? Es que llevo un rato dando vueltas y no se ya ni dónde mirar.
- Por supuesto. - miré la lista que me enseño y fuimos a buscar lo que Sara Luna necesitaba.
La ayude con toda la compra y fuimos a las cajas a pagar, esta vez con la nata. Me dejó pagar a mi primero ya que solo llevaba una cosa y la esperé. Volvimos a casa en total silencio, llamamos al ascensor de nuevo y subimos.
- Bueno adiós otra vez. - dijo con una sonrisa.
- Adiós. - se me puso una sonrisa tonta.
Entré a casa y le di a Cheeto la nata para que acabara de hacer la comida. La siguiente parte del día me la pasé grabando y editando. Hasta que empezó un nuevo día.
Holiss!! Espero que os guste el primer capítulo, pienso que iba al principio bastante bien pero luego no me gustaba mucho la idea. Pero bueno espero que los siguientes capitulos se me den mejor.
z4 pa vuestros bodys y muuuaks!!! Os Loff!!! :3
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Colgado de la vecina (YouTubers)
FanficUn chico, una chica, puerta con puerta... Destinados a encontrarse cada día en el ascensor y las únicas palabras que cruzan son un "hola" y un "adiós". ¿Algún día se decidirán a decirse algo más que una simple palabra? Si te gustan las historias/nov...