Ella era Mía |K. NJ| |+18|

29►Ni En Tus Mejores Sueños

NamJoon.

Son exactamente las diez treinta y yo llevo aquí una hora.

La palabra impuntualidad no está en el vocabulario de mi espo...

Suspiro.

Ex esposa.

Y ya me estoy desesperadando, deseo tanto verla que estoy a nada de llamarle y preguntarle cómo esta, pero eso en definitiva me delataría.

Llevamos dos años divorciados, ella cambio de número y en teoría yo no debería tener ese número, pero lo tengo.

Yo no debería saber que la semana pasada se puso unos jeans azules y una sudadera azul para ir al supermercado, pero lo sé, de echo, tengo una foto suya saliendo del supermercado.

Yo no debería saber que a estado viviendo en Corea estos dos años,junto a  Jimin un muchacho de cabello rubio (ahora oscuro), pero también se eso.

Porque yo solo duré dos días después de nuestra última llamada antes de perder la cabeza.

La necesito tanto que contraté no uno, ni dos, fueron cuatro, cuatro investigadores privados y dos cinco guardaespaldas para que siempre la mantuvieran a salvo.

Y así me la e pasado estos dos años, desembolsando cuatro cifras cada mes solo para resivir un par foros suya que claramente nunca le hicieron justicia y un par de "ella está bien, señor". Pero el dinero no me importa, lo que me importa es ella.

Y es por eso que llegué una hora antes, porque quiero creer que me estoy preparando para no tomarla sobre mi hombro y llevármela a mi torre, como un animal, sí, no quiero hacer eso.

Las puertas del ascensor se abren lentamente y los padres de ___ entran en la habitación con Nina tras suyo.

La madre de ____ me regala una pequeña sonrisa y yo hago lo mismo, el señor Turner tiene la clara intención de ignorarme, pero si esposa le da un pequeño golpe y eso hace que este incline la cabeza.

Yo también lo hago, la madre de  ____ a intentado ser más amable conmigo y de alguna forma solucionar esto, pero se que cada vez que me ven la ven a ella y la imaginan llorando, sufriendo por ese amor que no pude darle y ambos me guardan rencor por eso.

No los culpo, yo también me guardo rencor.

Una Nina ahora rubia se para frente a mi y me sonríe, yo...,yo me obligo a sonreír.

—Hola, Nam.

—Buen día, Nina.

—¿Estás emocionado por verla?—Me limito a asentir.—Bueno, solo diré que ella a cambiado, se a convertido en toda una rebelde.

—¿A sí?

—Si, ella me dijo que...—Nina continua hablando, pero toda mi atención se posa en la hermosa mujer que sale del ascensor.

Lleva un vestido azul de seda que combina a la perfección con sus lindos ojos azules, el cabello planchado y (claro, ¿cómo podían faltar?), unos tacones que estoy seguro que son de más ocho centímetros.

Se ve simplemente preciosa.

Los enormes ojos azules de mi esposa recorren la habitación y le sonríe a si familia y está dispuesta a acercarse a ellos, hasta que su mirada se encuentra con la mía.

La veo jadear y podría decirse que le falta la respiración, en cambio yo, siento que vuelvo a respirar después de dos años.

— Tú...—Dice y antes de que Jimin pueda detenerla ella se acerca a mi, camina moviendo las caderas y sin duda alguna es la mujer más increíble que he visto.