Ella era Mía |K. NJ| |+18|

1►Amor

Nam...

Me removió un poco intentado dejar de escuchar lo chillona que era su voz pero esa voz se pego mucho más a mi.

NamJoon...

Resople fastidiado y le di la espalda.

Vamos, Nam. Te prepare el desayuno.

Abrí solo uno de mis ojos y la mire parada frente a mi, el olor que desprendía la bandeja que tenía en sus delgadas manos era exquisito.
Cuando mi sueño se esfuma me incorporó y frotó mi cabello y ella acaricia mi mejilla.

—Que bien que estas despierto, bello durmiente. —deja la pequeña bandeja en la mesita de noche y se sube en mis piernas para dejar pequeños besos en mis mejillas, yo no respondo, no la toco ni le hablo, simplemente me dejo mimar.

—Te amo, Nam... —ronronea contra mi mejilla y suspiro.

—Si, yo también. —Le miento y acaricio su pequeña cintura.

—Bueno hay que comer, guapo. —Se levanta y vuelve a tomar la bandeja para dejarla en mis piernas.

—No tenías que hacer esto, ___. —aunque mi mirada esté fija en la comida, puedo asegurar que acaba de rodar los ojos.

—Estamos casados, NamJoon. Puedo hacerlo.

—¿Tenemos a más de una docena de sirvientes y tú tenías que hacer el desayuno?, —levantó una ceja mientras tomó un trozo de pan entre mis dientes,—Es una exageración, ___.

—No es una exageración, NamJoon. Es la muestra de mi amor.

—Un amor muy cursi... —la miro de reojo y ella baja la cabeza mientras se muerde el labio.

___, la mujer con la que me case hace más de 2 años, la mujer a la cual no amo ni en lo más mínimo. La linda ___ es hermana de mi mejor amiga, de mi amor platónico. Lo sé, se preguntaran ¿Porqué estoy casado con ella y no con su hermana, que es a quien realmente amo? Pues verán, la hermana de ___ esta casada con mi hermano, y lamentable es muy feliz con él.

Me case con ___ por que no podía apartarme de Nina, es así que cada vez que salgo con ___, veo a Nina, y verla me hace tremendamente feliz. Lo malo de todo esto que ___ esta enamorada de mi, y ella más que nadie sabe lo que siento por su hermana, si, la dulce ___, se aferra a esto, a una relación que prácticamente no existe.

Mientras masticaba sentí la mirada de ___, sobre mi, y comencé a sentirme un tanto egoísta por no ofrécele nada de lo que ella había preparado para mi. Levanté la mirada y en ese mismo instante, -como en muchas ocaciones-, me arrepentí de casarme con ella, su mirada llena de amor y devoción, me dolía no poder darle lo que ella me entregaba.

—¿Quieres?—,le extendí un trozo de fruta y se lo puse entre los labios, ella sonrió y abrió la boca lentamente para que yo deje pasar la pequeña fruta entre sus labios, mis dedos rosaron con sus esponjosos labios y sentí como ella se estremecía con ese leve contacto.

—Gracias, —dijo después de tragar.

Después de terminar mi desayuno ___ se ofreció bajar la bandeja dejandome solo nuevamente. Aproveche este momento de intimidad y decidí entrar al baño cerrando la puerta con seguro, a diferencia de ___ yo si cerraba bien la puerta, claro que sabía la razón por la que ella la dejaba abierta, pero tener relaciones con ___ no me apetece muy seguido, pero cuando lo hacemos no voy a negar que es demasiado placentero, increíble.

Me saque mi pijama de la deje caer al suelo, cuando encendí la ducha el agua tibia comenzó a correr por mi cuerpo, tomé mi shampoo y puse una cantidad conciderable por mi cabello, lo frote y haciendo que también desapareciera con el agua que bañaba mi cuerpo.

Después de un tiempo más en la ducha decidí salír, tome una toalla y la envolvió a lo largo de mi cadera, la ajuste muy bien, por que recuerdo que en mi noche de bodas con ___ se me callo y ella no pudo verle a los ojos por una semana, sonrió recordando ese suceso.

Cuando salgo veo a ___ que tiene dos vestidos de distinto color en sus manos, pone uno sobre su cuerpo y hace una mueca frente al espejo para luego negar y luego hace lo mismo con el otro vestido y vuelve a negar.

—El blanco te puede quedar bien.—Sugiero y me acerco al armario para sacar algo para vestirme.

—¿Tú crees?

—Si, —contestó con simpleza y tomo un par de jeans negros.

—Genial, gracias Nam.

—No hay por que... —digo distraído viendo mis camisas, y tomo una blanca, si ella se vestirá de ese color, no sería malo combinar.

—Vístete rápido, amor. Todo está lleno a estas horas.

—¿Saldremos? —, preguntó mientras encajo los pequeños botones de mi camisa en su lugar.

—Si, hoy es noche buena, compraremos los regalos para mi familia, y obviamente para la tuya.

La navidad, no soy un gran fan de esa fecha, en mi país no solemos celebrarla, pero aquí parece muy común armar un árbol y poner luces por todas partes así que ya me acostumbre.

—Y... ¿Mi hermano irá?, —era obvio que no importa si me hermano nos acompañara a comprar regalos o no, lo que me importa es ella, Nina.

—No, solo nosotros dos, será bueno ¿no?

—Si.

—Bueno iré a bañarme, ¿me esperas ok?

—Si —, la veo como entra al baño y deja la puerta entreabierta, levanto una ceja mientras me saco la toalla, no pienso entrar ahí.

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La nueva historia es de Nam, espero que les guste, me costo mucho elegir el título. Realmente espero que les guste.  ✨

Adiós💫

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