•𝚄𝙽𝙰 𝚅𝙸𝙴𝙹𝙰 𝙷𝙸𝚂𝚃𝙾𝚁𝙸𝙰•

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-Año 2017


El humo salía pesadamente de mis pulmones, era lo único que mantenía a raya mis nervios. Desde esta altura se puede observar toda la ciudad, era hermoso pero odiaba cada segundo que pasaba en esto horrible y detestable lugar, escuchando las idioteces de los estúpidos de mis compañeros de "trabajo" si así se lo puede llamar. 

Toda mi atención se la llevó Takemichi quién ingreso al salón dónde estábamos todos los demás y tomó asiento junto a los otros.

—Para empezar... Pongamos el pago de este año de casa uno de ustedes— el hombre fue interrumpido.

—Me importa un carajo, yo aún quiero mi maldito arroz frito, idiota. y además aún estamos esperando a alguien— se quejó Pah.

—Deja de llorar Pah. Solo cállate y come tu comida ¿Y por quién estamos esperando? Te refieres a Mitsuya ¿cierto?— Muto tomo su trago tranquilo.

—Mitsuya...— murmuré con la mirada fija, hace días que no aparece y me esta empezando a asustar que le haya pasado algo o más bien... que le hayan hecho algo.

Mi pensamiento divagaban de aquí para allá, no estaba lista para enterrar a otro amigo... hace poco ejecutaron a Draken y sigo aquí solo por Kazutora y Chifuyu, quienes me necesitan para hundir toda esta mierda en la que se convirtió Touman.

—¡No te pongas arrogante con nosotros Shiba!— el gritó de Pachin me volvió a la realidad.

—Me tienen harta...— dejé la colilla de mi cigarro en el cenicero que estaba sobre la mesa.

Cuando Takemichi me vio su semblante era de... ¿felicidad? combinada con asombro. Mi estomago se revolvió, hace mucho no veía esos ojos; yo solo me limité a mirarlo mal y desvíe mi vista, esté se confundió por mi acción.

¿Qué diablos le pasa ahora a este idiota?~

Mi campo de visión llegó a los ojos de Chifuyu y él me sonrió de manera dulce, mi rostro que parecía una piedra se suavizó y recordé el porqué y por quién estaba aún aquí.

—¡Cállate! ¿Gracias a quién crees que puedes comer? Apenas contribuyen y se aprovechan de su antigüedad engreído maldito vago— se quejó Inui con arrogancia, Koko a su lado se rió.

—Tan directo como siempre Inupi.

—¿Crees que esa diferencia los hace mejor que nosotros? Los Black Dragons hablan como si fueran la gran cosa...— se animó a hablar Chifuyu.

—¿Qué pasó con Mikey?— pregunto Pachin.

—Ni que siquiera verte... Mikey esto, Mikey lo otro. Siempre se ponen a hablar de Mikey cuando pasa algo, malditos fósiles de Touman... Parecen perros falderos— Hakkai habló con superioridad mientras comía

—¡Oye!— golpee con fuerza ambas manos sobre la mesa y mire directo a los ojos a Hakkai —¡Más vale que recuerdes de dónde vienes estúpido de mierda!... No tengo problema en recordarte que no eres nada más que un maldito segundón.

Hakkai iba a abrir su boca pero Pachin pateó su silla molesto siguiendo mi comportamiento.

—¡Acabemos con esto afuera, Shiba!

—Que aburrido...¿Creen que esto es un patio de juegos? El tema que quería tocar no tiene nada que ver con eso. La empresa publica de Koko y el negocio de fachada de Shiba y otros negocios fueron visitados por la policía en tres días. 

De un momento a otro el ambiente cambió, se puso tenso en cuanto Hanma comenzó a hablar.

—Hay un Judas entre nosotros.

𝚄𝚗𝚊 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊 𝚎𝚗 𝚃𝚘𝚞𝚖𝚊𝚗 | 𝚃𝚘𝚔𝚢𝚘 𝚁𝚎𝚟𝚎𝚗𝚐𝚎𝚛𝚜 卍 ¡EN CURSO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora