•𝙻𝙰𝚉𝙾𝚂 𝙵𝙰𝙼𝙸𝙻𝙸𝙰𝚁𝙴𝚂•

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Mi madre siempre fue una mierda conmigo, la mayoría de las veces aprovechaba el momento para hacerme saber que me odia, ya sea con insultos o hasta golpes.

—¡No sirves para nada! ¡Maldita mocosa!— volvió a golpear mi abdomen con la hebilla del cinturón. Para mi mala suerte mi piel es muy sensible así que esas marcas seguro quedaría para siempre.

—Lo siento...— bajé la cabeza como si hubiera hecho algo terrible, ella seguía y seguía golpeándome.

Solo había olvidado apagar la luz del baño.

—¡ADEMÁS TE HICISTE ESE TATUAJE HORRIBLE! ¡ASÍ NINGUN HOMBRE TE QUERRA! ¡¿CÓMO CONSEGUIRAS UN ESPOSO CON DINERO AHORA?!— el golpe fue tan fuerte que logró abrir un poco la piel de mi abdomen.

No lo soporté más y hui.

—¡¿A dónde vas idiota?!— en realidad ni le importaba, era mejor para ella que yo no este.

Corrí y corrí por la ciudad llevándome la mirada extrañada de la gente, Mikey, Draken y Baji no estaban, los 3 fueron a un baño publico o algo así, Emma estaba en la escuela y Shin en el taller... no tenía a dónde ir. 

Mis pierna comenzaron a cansarse así que caí rendida en un parque bastante alejado de mi casa, mis rodillas impactaron en el césped y las lagrimas no tardaron en salir.

—Odio mi vida....

Yo solo pensaba en alguna forma de quitarme la vida, quizás es algo muy dramático para muchos al tratarse de una niña de 12 años cuando en realidad es preocupante.

—¿Estás bien...?— me asuste al oír esa dulce voz, levanté mi cabeza y me encontré unos grandes ojos violeta.

—Eh....— no sabía que decir.

—¡Mana!— otra voz se hizo presente —Diablos Mana me asuste... ¿Huh? ¿Quién es ella?...— el chico de cabello lila me miro curioso ¿Estás bien?

—La encontré llorando...— dijo la pequeña niña.

—Me llamo Takashi Mitsuya...— estiró su mano libre a mí ya que con la otra sostenía un bebé.

—________ Heisuke...— tomé su mano.

—Oye te parece bi... ¡¿Qué te pasó?!— su mirada fue hasta la mancha de sangre de mi remera.

—Eh yo....— otra vez las palabras no salía.

—Tranquila, no importa. Acompáñame a casa y te curaré... si?

Lo dudé un poco pero acepté poniéndome de pie, el chico sonrió y en cuanto giró pude ver el tatuaje a un lado de su cabeza.

—Ese tatuaje...— hablé boquiabierta.

—¿Te gusta?... Fui un poco impulsivo...— rió un poco nervioso.

—¿Conoces a Ken?— en cuanto escuchó su nombre abrió grande los ojos.

—¿Tú también lo conoces?

Ambos comenzamos a reír.

Y así conocí a la primera persona que me ayudo a seguir adelante, la que me ayudo a escapar de esa mierda... la que me ayudó a amar mi vida pese a lo que tenía que soportar día a día.


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—Taka chan.

—¿Si?

—No creo que debas hablar con Taiju. No importa lo que digas, no servirá de nada. Es un bastardo.

𝚄𝚗𝚊 𝚌𝚑𝚒𝚌𝚊 𝚎𝚗 𝚃𝚘𝚞𝚖𝚊𝚗 | 𝚃𝚘𝚔𝚢𝚘 𝚁𝚎𝚟𝚎𝚗𝚐𝚎𝚛𝚜 卍 ¡EN CURSO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora