Bea
Llevaba puesto un vestido azul que hacía juego con el traje de Vitale. Era largo y tenía un corte en mi pierna izquierda dejando ver un poco mi piel. De tirantes delgados y un gran escote en la espalda. Vitale insistió en ponerme un abrigo que cubriera mi cuerpo para no pasar frío. Vitale se hizo cargo de todo incluso de contratar a alguien para que se ocupara de mi cabello y maquillaje, ni siquiera me reconocía, era una Bea totalmente diferente a la que andaba con pantalones anchos y camisetas mucho más grandes.
—Te ves tan bonita —musitó a mi lado. Bajamos del auto y me enganché de su brazo, nerviosa. Esta noche era importante para Vitale y su madre ya que era ella la encargada de la fundación así que todo tenía que salir bien, perfecto. No lo iba a arruinar.
Además de que esta noche se haría oficial que Vitale tenía una novia y la presentaría ante la sociedad.
Miré hacia el frente, observando mi alrededor. Había muchos reporteros, cámaras y micrófonos. Pasé saliva torpemente, mis dedos se hundieron en la tela del saco de Vitale. Me miró con un poco de diversión bailando en sus orbes.
—Ahora mismo siento que me voy a desmayar —admití y puso su mano encima de la mía.
—Yo te voy a sostener para que nunca te caigas, cariño —afirmé con la cabeza. Caminamos por el pasillo, nos dimos paso entre los reporteros que a cómo diera lugar querían tener la exclusiva y todos los detalles de quien era aquella mujer que había cautivado al soltero más codiciado de Calabria.
Vitale me sugirió no hablar con nadie ya que siempre acomodan las cosas a su conveniencia y podrían decir un par de mentiras. Lo mejor era no llamar tanto la atención. Así que pasamos en medio de todos ellos y entramos al lugar.
El lugar donde se llevaba a cabo el evento era grande y lujoso, había adornos por doquier, lámparas de araña en el techo, alfombras de color rojo en el suelo, floreros por todos lados, cortinas de color blanco cubriendo las ventanas, la tela se movía con la grácil brisa del Regio de Calabria.
Vitale me ayudó a quitarme el abrigo entregándoselo a una chica que estaba a nuestro lado, le agradecí con una sonrisa y se alejó para guardar la prenda. Dentro ya había algunas personas que nos sonreían y asentían con la cabeza.
—Todo aquí es hermoso —musité.
—Al igual que tú —se detuvo frente a mí, cogió mis manos entre las suyas. Sentí un delicioso escalofrío cuando su mirada se detuvo en mis ojos y bajó por mi cuerpo, deteniéndose un poco en algunas partes de este.
Todavía me ponía roja al recordar cuando se metió entre mis piernas y me devoró por completo, besó cada centímetro de mi sexo y disfruté tanto que lo haya hecho. Nadie me había tratado así como lo hacía él y me sentía tan rara porque todo era perfecto, pensaba que en cualquier momento las cosas iban a empeorar y todo se iría al demonio.
—Te ves hermosa, Bea, eres la mujer más hermosa de todo el mundo —dejó un beso en mi mejilla. Su boca estaba a solo milímetros de mi oreja, sentía su respiración caliente en mi mejilla —. Después del evento te voy a llevar a un lugar.
—¿Un lugar? —fruncí el ceño. Se separó.
—Sí, un lugar donde estaremos solos —sonrió, perverso. Aquella sonrisa solo prometía una noche de sexo y yo estaba encantada de que así fuera. Quería estar a su lado, entregarme a él por completo, ser suya de una vez y que nadie nos separara.
Estaba consciente de que André andaba por ahí, planeando cómo llegar a mí y llevarme con él, pero antes de que eso pasara prefería estar muerta, no pensaba regresar a su lado, no quería volver con él a esa vida llena de golpes e insultos. La vida con Vitale era mucho mejor que todos los malos tratos que recibí con el bastardo de André.
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Anhelo (COMPLETO)
Romansa"Una luz en la oscuridad" Gracias a la hermosa portada a @NaniGarces