Capítulo 26 🌹

1.2K 166 46
                                    

Bea

Tenía el cañón de la pistola en mi sien, me mantenía pegada a su cuerpo, a su sucio cuerpo que me asqueaba más que nadie en este mundo. El mío temblaba y se sacudía por el llanto que me estaba consumiendo tanto por dentro como por fuera. Vitale estaba frente a mí, con las manos en alto, no llevaba ni un arma encima y se lo quería hacer saber a André.

André, maldito bastardo, lo odiaba tanto que quería verlo muerto. Deseaba que estuviera muerto y no aquí, jodiendo mi vida de nuevo cuando creí que todo iba bien, que nada podía arruinar lo que venía construyendo a lo largo de estos meses, y ahora estaba aquí, amenazando mi vida nuevamente.

¿Por qué me pasan estas cosas a mí?

—Nadie se mueva —habló André. Llevaba el cabello corto pero seguía siendo el mismo hijo de puta que fue siempre. Tal vez iba drogado por eso se estaba arriesgando tanto, porque si fuera de otra manera lo hubiera pensado mejor antes de cometer esta estupidez.

—Déjala —habló Vitale. Aslan gruñó y Samuele lo atrajo a él para que no diera un paso más, pero se encontraba en una posición de ataque que puso nervioso a André, ya que cuando quería Aslan podía ser peligroso y letal —. Te puedo dar todo el dinero que quieras, pero déjala —pasó saliva.

—¿Y a ti quien te dice que yo quiero dinero? —se burló, lo que no amedrentó a Vitale. Mientras que él se mantenía impasible y sereno yo era un mar de nervios y miedo que me sacudían el cuerpo de los pies a la cabeza —. No quiero tu maldito dinero, Schiavone —escupió su apellido con asco.

—¿Entonces qué quieres? —le preguntó, temeroso. Porque él al igual que yo sabíamos que era lo que André tanto anhelaba y eso era yo.

Me apartaron de él, le arrebataron su minita de oro y me quería de regreso para seguir explotándome, para venderme con sus amigos y conocidos, para sacar tanto dinero para gastar el alcohol y drogas.

—La quiero a ella —hundió la nariz en mi cabello y me estremecí por su cercanía. Creí que nunca lo iba a volver a ver, que solo estaría presente en mis pesadillas pero no fue así, estaba aquí, detrás de mí con una pistola apuntando mi cabeza —. Si haces un solo movimiento la mato.

—Si te la llevas te mato —le amenazó Vitale.

—No vas a permitir que algo malo le pase a tu princesa —apretó más la pistola. Aslan se acercó y ladró, lo que provocó que André le apuntara unos segundos para de nuevo llevarla a mi cabeza.

—¡No! —gritó Vitale cuando dimos un paso atrás.

Lloraba a mares, sentía que el corazón se me iba a salir del pecho, tenía tanto miedo que mi estómago se contrajo y quería vomitar. Su cercanía, su olor, su voz, todo me daba asco y terror. No quería pasar por lo mismo de nuevo, no quería regresar al infierno en el que me mantuvo todos estos años.

—Prefiero estar muerta a ir contigo —espeté —. No voy a regresar a tu lado, antes me vas a matar.

—Bea —habló Vitale —. No digas eso —me pidió con los ojos llenos de lágrimas.

—Es cierto y lo sabes. Prefiero estar muerta, ¡mátame ahora porque cada que pueda voy a intentar escapar y cuando se me acaben las fuerzas pediré morir! —me atrajo más a su cuerpo.

—¡Cierra la boca! —gritó detrás de mí.

—¡En tu maldita vida me digas que hacer de nuevo! —me retorcí entre sus brazos para intentar zafarme pero era mucho más fuerte que yo y aunque saqué fuerzas de no sé donde estas no se comparaban con las de él —. Me das asco, ojalá estuvieras muerto.

Anhelo (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora