VIII. Los secretos de Paulol: Moreno, el Rey y Zakatak.

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-Paulol: A ver, comienza a hablar, Rubbens, digo, Moreno, qué mierda ha pasado aquí

-Moreno: Vale, sabes que desde el momento 1 en el que tus compañeros se han parado al lado tuyo, están comprometidos en todo esto. ¿Lo sabes verdad?

-Paulol: Bueno, la manera en la que les he conocido, no ha sido la más típica, ni por las más típicas razones, ni por las más típicas razones. A lo mejor yo he sido el comprometido desde que me paré a vuestro lado, chicos. El destino ha estado un poco loco, desde que llegué al Piso 1.

-Moreno: Pero bueno, E.G., Por sus caras, asumo que no tienen ni puta idea de lo que está pasando aquí, ¿por qué mejor no les dices, a menos lo que podemos, y hasta donde podemos, de nuestro pasado? Igualmente, ya están metidos en esto.

-Paulol: Menuda mierda de situación, flipas... Pero bueno chicos, en corto, en el pasado, Moreno y yo pertenecimos a un grupo, cuyo logo está marcado en nuestras dagas, la "K." sagrada por un lado, y una inscripción con nuestro código de militancia por el otro, lamentablemente no os puedo contar el nombre, puesto que tanto Moreno como yo, tenemos un sello en la lengua, el revelar el nombre de la organización fuera de la antigua sede de la misma haría que una ráfaga de fuego producido por el Chadsu quemase mi lengua. Así que queda a vuestra imaginación. En pocas palabras, este grupo, "K" era una división especial, directamente bajo el mando del Rey de La Torre y de nuestro ex general en jefe, alias Edo. En algunas ocasiones, éramos los enviados especiales del Rey para supervisar X o Y suceso dentro de La Torre, en otras, éramos los mercenarios a sueldo del mismo Rey. Pero durante la Revolución, ya no recuerdo cuantos años atrás, todo se fue a la mierda. Con la desaparición del Rey luego del Sello Sacro, la guerra interna siguió durante un breve período de días antes de detenerse. En ese período, nuestro general en jefe, Edo, se enfrentó a los grupos que estuvieron en contra del Rey y sus aliados antes del Sello Sacro, sin embargo, antes de firmar la tregua, fue capturado por altos cargos del ejército de La Torre, y obligado a dimitir.

-Dio: ¿Pero no ese Edo era un miembro de ese grupo bajo las órdenes directas del Rey? ¿Cómo puede el ejército de La Torre capturarlo?

-Paulol: Verás, es un maso complicado macho, pero en esta Torre hay, o habían, dos ramas dentro de las Fuerzas Armadas. Por un lado, estaban las Fuerzas Armadas per se, leales al Rey, o al menos a los intereses que el Rey representaba, a los administradores, y a la Carta Magna de La Torre. Por otro lado y en paralelo, estaban las Fuerzas Reales, las Fuerzas Reales, si estaban directamente bajo orden y supervisión del Rey, él escogía a dedo a sus Generales y Miembros. Así se mantenía una especie de control, dentro de la balanza de poderes de éste lugar. 

-Mugi: Y entonces...

-Paulol: Entonces, al Rey realizar el auto-sello, por supuesto que desapareció la figura a la que las Fuerzas Reales obedecían, y al no haber Rey al que obedecer, la razón de ser de las Fuerzas Reales, se esfumó. Al dimitir nuestro general en Jefe, Edo, nuestra Orden, la Orden "K." fue cerrada, planeábamos incorporarnos a las Fuerzas Armadas, pero no hubo un acuerdo entre los Administradores, por lo tanto, terminamos echados a la calle, sin un duro, y sin lugar alguno al que llegar, puesto que como parte de nuestra vida, vivíamos en la antigua sede de la Organización "K.".

-Dio: Y dime, como es que terminaron ambos, siendo de una ex organización, u orden, en verdad que ya me perdí en ese aspecto, en los primeros Pisos.

-Paulol: Normalmente no os diría esto, pero supongo que si ya os he contado esto, no tengo alguna razón para ocultaros esto, en especial porque los involucra directamente.

-Llom: ¿Cómo que nos involucra?

-Paulol: Esto os será difícil de digerir y de explicar, pero no hay de otra: me ordenaron asesinarlos a todos y cada uno de ustedes, en especial a ti, Dio.

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