XVI. Las dos promesas y la amenaza a Paulol.

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Nuestros protagonistas seguían en sus vacaciones relámpago en el Piso 3, antes de comenzar su aventura, con el dinero de Paulol. Habían logrado entrar a un Parque Acuático al que frecuentaban los Aspirantes a escalar La Torre, turistas, residentes y comerciantes que visitaban el Piso.

-Dio: ¡WOW! Nunca pensé que en el Piso 3 habría un Parque Acuático, tremendo. Ni en las afueras hay uno.

-Llom: Si los hay, sólo que somos muy pobres y no podemos pagarlo.

-Dio: Pues, tienes razón. Que bueno que Paulol nos dio algo de dinero extra para entrar al Parque y alquilar unos trajes de baños. Creo que al final si es buena gente después de todo.

-Mugi: Eso o prefiere un tiempo a solas tanto, que incluso es capaz de darnos dinero. Literalmente nos está pagando para alejarnos de él.

-Lui: ¡¿Chicos que tal me veo en este bikini?! Está muy cool es un Luis Botón que alquilé en la Tienda de Trajes de Baño. De dos piezas con una falda para bañarse.

-Mugi: ¡Puta madre Lui se te ven las bolas! Bájate la falda algo más hijo de puta.

-Lui: Oye eso es transfóbico. Vamos solo di que te gusta como se me ve no es para tanto.

-Llom: Pareces un femboy lui, te queda bien.

-Mugi: ¿Enserio? ¿Qué te pasa bro?

-Dio: Ya dejen el tema chicos, vamos a vestirnos en las duchas con los trajes de baño que alquilaron para que comencemos a divertirnos.

-Llom: Yo me les adelanto luego, no creo que quiera bañarme por mucho tiempo. Odio la arena y el sol.

Entonces, Lui  y Llom fueron a buscar un lugar con sillas y sombrillas para descansar y colocar los cambios de ropa mientras Mugi, y Dio se fueron a vestir en las duchas.

-Llom: Oye Lui, te tengo una pregunta es algo que siempre he querido evitar preguntarte por que no me gusta meterme mucho en la vida de las personas, pero... ¿Por qué quieres cambiarte de sexo? Si no quieres responder pues, evidentemente te respetaré tu espacio.

-Lui: No tranquilo. Puedo responder. Verás... Fui criado por mi Madre. Sólo por ella, mi padre, no recuerdo mucho de él. De hecho, no recuerdo nada. Ni sé nada de él. A veces mi madre decía que era un mercader o comerciante que entraba y salía de La Torre buscando cosas para comprar y vender, y que murió allí. Otras veces me decía que mi Padre era un político que decidió abandonarnos por que tenía otra familia, etcétera. Como siempre inventaba un cuento nuevo, en cuanto gané consciencia simplemente dejé de preguntar por él. Lo di por inexistente, vamos.

-Llom: Ya veo, eso debió ser fuerte para ti.

-Lui: No, la verdad que no lo fue, por que siempre tuve a mi Madre, ella se hizo cargo de mi. Compaginaba un montón de trabajos, a lo largo del día y en la noche siempre ella estaba allí para mí. Ya sea para jugar conmigo, ayudarme con las tareas de la escuela, siempre estuvo presente, aunque tuvo que cumplir ambos roles, Padre y Madre. Hasta que llegó ese día.

-Llom: ¿Con ese día te refieres a...?

-Lui: Lo recuerdo perfectamente, fue un Noviembre. Estaba en la escuela cuando de repente, me mandaron a llamar desde la dirección. Para darme la noticia, de que mi madre estaba internada en el Hospital. Fui corriendo hasta allí, pude hablar con mi madre como una hora. Y cuando el reloj marcó las 12 de la madrugada, mi madre había muerto.

-Llom: ¡¿Eh?! ¿Pero qué pasó? ¿Cómo pudo morir solo por haber ingresado al hospital repentinamente?

-Lui: Esa noche, descubrí que mi madre, tenía una enfermedad terminal.

Tales of Torre del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora