Tales of Torre del Rey

X. Zakatak y el Alcalde del Piso 15.

En el Piso 15 de La Torre...

En un cambio drástico de escenario, las nubes de la ciudad del piso comenzaron a unirse y condensarse todas en un radio de al menos 5 km cuadrados, formando así, una imponente y gris Cumulonimbos.

-?????: ¡JEFEEEEEEEE! Creo que ya hemos reunido suficientes nubes para el impacto, no es así, ¿Don Zaka?

-Zakatak: Che, contame una cosa, Ferchu, ¿te podés callar la boca por un par de minutos más? Necesito la mayor cantidad de concentración y enfoque posible para poder acceder al Chadsu que fluye entre las nubes, atraerlo hacia mí, y condensarlo para el golpe. No me ayudás en nada si gritás.

-Ferchu: Perdón, ¡Don Zaka!

A una altura incalculable por el ojo humano, se encontraban dos personas, flotando entre las nubes. Estas personas eran ni más ni menos que Don Zakatak, y uno de los más leales miembros de la Banda de los Halcones, Ferchu. Estos dos, llevaban unas 4 semanas en el Piso 15 de la Torre, planificando el asesinato del Alcalde del Piso 15. El Piso 15, era una metrópolis llena de rascacielos comerciales y residenciales. En este Piso, siglos atrás los Fundadores de La Torre decidieron construir el primer Hospital en La Torre, una vez conquistada la misma. La existencia de este Hospital, conocido como el Hospital General del Piso 15, convirtió el sitio en un punto de concentración urbana importante dentro de La Torre, ya que cualquier persona que tuviese alguna condición o enfermedad que no pudiera ser revertida con el Uso Medicinal del Chadsu, era trasladada allí. Además, el mismo Hospital convirtió al Piso 15 en el primer núcleo académico y científico de La Torre, donde todo aquél que aspirase a convertirse en doctor o científico, sin duda alguna debía ir.

-Ferchu: Don Zaka, ¿no cree que debemos llamar refuerzos de la Banda? Al fin y al cabo, usted planea atacar directamente el Palacio de la Alcaldía del Piso 15, unos 500 metros cuadrados de complejo, donde están oficiales del ejército, la policía, y algunos guías guardianes más que preparados para la batalla. Además del Alcalde del Piso 15, que ha sido designado a dedo para custodiar la ciudad por altos cargos del Cartel de los 13.

-Zakatak: A ver papein te explico una cosa, cuando ataquemos desde las nubes, ¿sabés que va a pasar? Toditos esos que nombraste, morirán o ahogados por el agua de todas estas nubes, o por las descargas eléctricas que hay dentro de las nubes, o por el poder de mi Chadsu, Ferchu. Como mucho, el Alcalde ese que vos nombrás, sobrevivirá, pero igual solo bastaran dos puñetazos y lo pongo a dormir. ¿Vos sabés que estás hablando con un ex Administrador y Jefe de Familia que escaló la torre con el mismísimo Rey? Media pila Fechu.

-Ferchu: Bu-bueno, tiene razón. Creía que no había que subestimar al Alcalde, pero tiene razón, además, y-ya hemos acabado con sujetos así en otros pisos.

-Zakatak: Claro. Pero igual tenés un poco de razón. El Alcalde ese, está armado por los hijos de puta de los 13. Eso significa que a lo mejor en vez de dos puñetazos, necesite tres. ¡JAJAJAJAJ! Pero che, igual vos me vas a esperar acá en las nubes, yo bajo solo, pim pam, par de piñas por aquí y por allá y listo. Los siglos que tienen mis puños no son vano. Bueno, ya estoy listo para saltar, nos vemos al toque.

En eso, como si se tratase de una liviana pluma, aquél sujeto que rozaba los 1.90 metros de altura, dio un salto desde la superficie de las nubes que lo elevó algo más de 3 metros, y fortaleciendo la presión del viento que le rodeaba, mediante el dominio perfecto del Chadsu que poseía, se dio así mismo un perfecto flip de 180 grados en el aíre. Una vez en esta posición, comenzó a caer en picada contra el Palacio del Alcalde. Al comenzar su descenso, Ferchu saltó inmediatamente en paracaídas hacia la ciudad del Piso 15, debido a que junto a su salto, Don Zakatak atrajo a su puño, mediante el flujo del chadsu, aquella gigantesca, tempestuosa y destructora masa de nubes que había creado. Incrementando en cantidades incalculables la presión del aire y el agua dentro de la cumulonimbos, así como aumentando la carga eléctrica de la misma, obviamente con el control perfecto de Chadsu. A medida que caía en picada, a una velocidad incalculable, este comenzó a cambiar su postura, como si fuera a lanzar una pelota de baseball. Aquella gran masa de nubes, comenzó a tornarse en una imponente manga de agua, dirigida por el puño de Don Zakatak.