Las cosas en el claro tienen que adaptarse pues hay una chica nueva.
Realmente ella nunca se enfocó en lo romántico debido a su situación, pero él hace prácticamente imposible el que ella no se interese.
El único problema es que ambos se dan cuenta...
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Apenas llevaba una semana en el área, esos días me había esforzado mucho por acostumbrarme, sin embargo aún hay unas cosas que ajustar. Y no estaba mal para una semana.
Esta semana estaba probando de carnicera con Winston, pero a veces me daba asco o simplemente me sentía mal al ver como Winston mataba a los animales como si no fuera nada.
—Son ellos o nosotros, Novata.
Recordé lo que me dijo y era cierto.
A pesar de que había recordado mi nombre, la mayoría sigue diciéndome "novata" y en realidad no me molesta.
—Hey, _______.—El único que me llamaba por mi nombre era Sartén.
—¿Qué pasa?
—Te llama Alby.
—Oh, claro.
—Te acompaño.—Le sonreí en agradecimiento y comenzamos a caminar a dónde Alby.
Estaba en la cabaña principal y me pidió entrar solo a mi, me asusté y me puse a pensar en si había hecho algo mal en estos días.
—Todas las semanas nos sube la caja con más provisiones y me sorprendió ver una mochila con tu nombre en ella—Frunci el ceño y mire la mochila que estaba detrás de el.—No la he abierto, pues no es de mi incumbencia pero te la daré y te pediré que la abras, no quiero que me digas que hay ahí solo dime si es algo de que preocuparse.
Me extendió la mochila y la tomé, la abrí y vi algunas cosas de higiene personal, me ruborice por la vergüenza.
—No es nada de que preocuparse.—El me sonrió y salí de ahí mirando el interior de la mochila.
Fui a dejar la mochila al lado de mi hamaca y fui a sentarme en uno de los troncos cerca del laberinto. Hoy no había trabajado así que me podía relajar.
Mirando al laberinto, me pregunté cómo era que los corredores salían cada día si era tan peligroso. Me gustaría ayudar a encontrar una salida, pero por ahora seguiré probando los trabajos que me den.
Los corredores salieron del laberinto. El líder, Minho, quien tenía su hamaca a mi lado. Antes de dormir cada noche me decía algo muy burlon o sarcástico, el chico realmente podía llegar a ser irritante, pero no diré que sus bromas y comentarios son graciosos.
—Novata, a cenar—Newt me hizo una seña y lo seguí con los demás.
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Suspire mientras me pasaba la mano por la frente secando mi sudor, esta semana me tocaba ayudar en el jardín pero en realidad no estaba cansada.
—¿Quieres agua?—Newt me dijo al mirarme y negue con la cabeza.
