Las cosas en el claro tienen que adaptarse pues hay una chica nueva.
Realmente ella nunca se enfocó en lo romántico debido a su situación, pero él hace prácticamente imposible el que ella no se interese.
El único problema es que ambos se dan cuenta...
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Nos acercamos al laberinto, tal vez esto era un error y las puertas se cerrarían pronto... al menos eso queríamos creer.
Sin embargo lo único que obtuvimos por respuesta fue un ruido, el ruido de los muros del otro lado del laberinto abriéndose también, creo que sería todo pero los muros de la izquierda y la derecha se abrieron también. Y ahí el pánico entró y se extendió por cada extremo de mi, pero volví a la realidad al sentir un agarre en mi muñeca.
—Como siempre en el cielo. No es el momento, vamos. —Minho comenzó a correr sin soltarme de la muñeca, teníamos que ir a buscar refugio.
—¿A dónde? —Cuestioné tratando de seguirle el paso a Minho.
—Newt, Thomas y Gally acaban de dar instrucciones ¿No tienes oídos a caso? ¿O tu cerebro no es capaz de comprender algo tan simple? —Dijo sarcástico pero había sonado grosero.
—Esa no es una respuesta a la pregunta que te hice. —Finalmente llegamos a la carnicería.
—Toma todas las armas que encuentres, después iremos a jardinería, construcción, cocina y al almacén. Necesitamos todo lo que sea posible.
Así comencé a tomar todo lo que podíamos y cuando no podíamos más, repartiamos las armas a los demás que veíamos primero y les dábamos unas más para que ellos también repartieran. En su mayoría eran lanzas y machetes.
Pero no nos alcanzo el tiempo para mucho, los penitentes ya estaban en el área y Minho y yo estábamos por nuestra cuenta, moriríamos si nos encondiamos pronto o si no nos íbamos con los demás.
Era horrible, los gritos de los que estaban siendo atacados por los penitentes, espero que los demás estén bien.
—¡Tenemos que movernos!—Comenzamos a correr y encontramos a Thomas, Teresa, Alby y otros corriendo en un grupo y nos juntamos.
Un penitente llegó por detrás, Alby cayó al suelo y lo ayudé a levantarse, el penitente estaba a punto de lanzarse hacia nosotros si no fuese por Newt y Sartén que lo atacaron por la izquierda.
—¡Por acá, rápido!—Escuché a Chuck y a Winston que estaban en donde la asamblea y corrimos hacia allá rápidamente.
Estaba sudando no solo por correr sino por el miedo, mi corazón latía rápidamente. No podía creer que así sería como moriríamos.
El penitente estaba en el techo, se movió de izquierda a la derecha y nosotros procurabamos no estar debajo de él, me quedé en la esquina pero di un saltito del susto al ver que una garra del penitente había atravesado el techo.
Tomo a unos dos chicos que no pudimos ayudar pues sucedió muy rápido, pero en cuanto tomo a Chuck nos acercamos a él y lo tomamos de las manos jalandolo y tratando de que el penitente no se lo llevara. Se lo hubiese llevado si no hubiera sido porque Alby tomó un machete y comenzó a cortar el brazo del penitente, al estar casi completamente cortado el penitente lo sacó y cayó una jeringa.
