Las cosas en el claro tienen que adaptarse pues hay una chica nueva.
Realmente ella nunca se enfocó en lo romántico debido a su situación, pero él hace prácticamente imposible el que ella no se interese.
El único problema es que ambos se dan cuenta...
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MINHO
Abrí los ojos lentamente y los entrecerré de inmediato. El sol golpeaba mi rostro así que use mi mano para cubrir mi vista. Pude ver un árbol encima mío, confundido me levanté y sentí mi corazón caer.
Miré a mi alrededor, estaba en el área de nuevo. No había nadie más, comencé a caminar por el área hasta que ví a un niño correr a mi lado. Lo llamé intentando de que se detuviera pero no parecía escucharme. Lo seguí hasta una cabaña pero al entrar terminé en un oscuro pasillo cuyas luces se encendieron en instantes.
—¡Minho! —Reconocí su voz a la perfección.
—¡¿_____________?!
—¡Minho! —Repitió y me dirigí a dónde escuchaba su voz.
—¡_____________! —La llamé nuevamente intentando escucharla una vez y así seguirla buscando.
—¡Minho! —La chica se asomó al final del pasillo. Comencé a correr hacia ella y luego ella hacia mi, pero al cerrar los ojos y abrirlos de nuevo. Un penitente se acercaba mi a toda velocidad, corrí hacia el lado contrario intentando escapar. Corrí por pasillos y me detuve al escuchar un par de voces aunque no distingui exactamente de qué se trataba. Debido a eso el penitente me divisó y me persiguió por el otro lado del pasillo pero antes de poder seguir corriendo me quedé inmóvil.
Como si alguien controlará mis movimientos, mi cuerpo entero se pegó al techo del pasillo. Quería moverme y bajar para seguir corriendo pero ese deseo se fue al escuchar las pisadas del penitente en mi pasillo.
No bajé la mirada, creo que estaba demasiado asustado para hacerlo. Pero no fue nada en comparación de lo que pasó después. El penitente clavó sus patas en el techo. Me había descubierto.
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Odiaba lo reales que se sentían estás pruebas. Aunque lo que vivía en mi mente no era real, se sentía lo suficientemente real. Pero sobretodo odiaba a Teresa por habernos delatado, me odiaba por no haber escapado junto con los demás. Pero odiaba más a _____________.
Odiaba extrañarla como no había extrañado a nadie más. Odiaba que siquiera me hiciera pensar en este tipo de tonterías.
A pesar de que nada pasó en realidad, sentía mucho por aquella chica irritantemente perfecta.
Estaba en el dormitorio que me habían dado junto con un par de chicos, realmente no les había hablado y la verdad no tenía la intención de hacerlo. Al parecer ellos tampoco.
