Las cosas en el claro tienen que adaptarse pues hay una chica nueva.
Realmente ella nunca se enfocó en lo romántico debido a su situación, pero él hace prácticamente imposible el que ella no se interese.
El único problema es que ambos se dan cuenta...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
~▪︎༺○○○༻▪︎~
La gente corría, se escondía y buscaba armas, curo estaba tomando a todos los que podía.
—¡¿Dónde está Thomas? —Llegamos con Newt y Sartén y nos agachamos detrás de unas cajas.
—¡Vamos a ayudar a Vince y a Harriet! —Dijo Sartén al verlos sobre una camioneta con armas y corrimos hacia allá. —¿Cómo ayudamos?
—¡Cúbrannos! —Nos dieron armas y con ellas comenzamos a dispararles a los de Cruel, estábamos rodeados.
—¡Son demasiados!
—¡Se me acabaron! —Exclamó Sartén refiriéndose a las municiones.
—¡Carajo! —Gritó Vince y sentí mi cuerpo electrocutarse unos segundos después, miré a mi lado y pude ver a los chicos en el suelo también.
Después de un par de minutos pudimos movernos y nos hicieron ponernos el fila hincados para escanear nuestros cuellos.
—¿Dónde está Thomas? —Preguntó Janson.
—Justo aquí. —Nos giramos a verlo detrás de nosotros mientras alzaba las manos en señal de rendición. Los guardias lo tomaron por los brazos y bruscamente lo trajeron frente a Janson.
—Thomas. —Saludó sonriente de manera sarcástica para después golpearlo en el abdomen. Hice un mohin casi sintiendo el golpe yo misma. —Pónganlo en la fila. —Obedecieron y lo pusieron a un lado de nosotros.
—¿Por qué no huiste? —Cuestionó Minho.
—Estoy harto de huir.
El sonido de un Berg nos hizo mirar hacia arriba, este empezaba a aterrizar robándose la atención de todos. La puerta del Berg se abrió dejando ver a unos guardias y a Ava salir por esta.
—¿Son todos?
—Casi todos. Serán suficientes. —Repuso Janson.
—Empieza a subirlos.
—¡Bien, ya oyeron! ¡Andando, súbanlos!
Los guardias comenzaron a tomar a los chicos de las últimas filas para subirlos al Berg. Ava se acercó a nosotros y saludo a Thomas, seguido de esto Teresa apareció a su lado y fruncí el ceño confundida.
—¿Qué diablos?
—¿Teresa?
—¿Qué está pasando?
—Está con ellos.
—Eres repugnante Teresa. —Espeté disgustada y sentí a Minho mirarme.
