Ya hace cinco minutos que había despertado, pero se mantuvo con los ojos cerrados, negándose a abrirlos por el miedo de lo que podría encontrar al hacerlo. Todo era silencioso pero el ahora a su alrededor era extraño pero conocido, haciéndole pedir al cielo que no fuera lo que pensaba.
Realmente, ella había visto a Katsuki de nuevo. No era una alucinación suya.
De verdad... escuchó su ronca y ruidosa voz, sintió su reconfortante calor que la rodeaba junto a sus brazos. Estuvo en sus brazos en esa extraña situación en que apareció.
Pero de repente había perdido el conocimiento y no sabía en dónde se encontraba en esos instantes. ¿Seguiría en el mundo de Bnha o solo estaba acostada en su cama de su alquiler a pocos minutos de que su alarma sonara para comenzar otro día ordinario?
Cansada y reuniendo el coraje para proteger su corazón de una posible decepción; abrió sus ojos lentamente hasta toparse con un blanco techo. Aquello había llenado de pesar su pecho, pues lo primero que vino que su mente fue un "no está aquí" al no escuchar su voz nuevamente ni sentirlo cerca. Porque al mirar a su alrededor, lo que pudo ver es que estaba en un lujoso hospital.
Y decía lujoso por lo agradable del lugar, sus maquinarias extravagantes, sumándole que era una habitación privada que normalmente no se daba en su país en un hospital público. Supuso que se trataba de Egan quien la había trasladado en ese lugar pues era el único que podría ofrecerle ese tipo de servicios a ella.
Como pudo se levantó hasta sentarse en la cómoda cama y se miró las manos notando que al menos su apariencia seguía tal cual era en realidad; confirmando nuevamente que seguía en su mundo.
Entonces... ¿solo había soñado lo que pasó?
—No recuerdo haber intentado suicidarme o algo asi como para terminar aquí —bufó a lo bajo con resignación—. Pero primero...
Para precaución, hizo a un lado las sábanas que cubrían la mitad de su cuerpo dejando al descubierto sus piernas y al verlas, las movió para confirmar que las mismas estuvieran en buenas condiciones.
—Bueno, al menos sigo teniendo piernas —soltó con ironía al recordar una escena de un anime que había visto cuyo final se asimilaba a lo que le había ocurrido.
Realmente pensó que había vivido todo lo que le ocurrió con Katsuki, pero quizás, al fin y al cabo... todo realmente fue parte de su imaginación. Debía madurar de una buena vez y aceptar lo que le había tocado.
Aceptar que Katsuki no era real y lo que vivió fue un simple sueño o quizás la alucinación de un coma ya que había despertado de la nada en un hospital. De cualquier forma, pronto lo averiguaria.
De repente, miró hacia el frente por acto de reflejo al sentir que alguien había entrado a su habitación y pensando que era Egan, se había mantenido tranquila... pero ese sujeto no era Egan. Sus ojos se abrieron con sorpresa pero sus ceño se había fruncido ligeramente por la duda.
El chico se había mantenido sorprendido al verla despierta, pero rápidamente salió corriendo con prisa de la habitación gritando que había despertado, haciendo que Angélica solo se confundiera más.
—Espera... ese no era... —soltó mientras poco a poco su respiración se iba poniendo más pesada, obligándola a aumentar su aspiración.
Su cabeza había quedado en blanco y como si fuera un balde de agua fría, su cuerpo se paralizó ante la expectativa y la esperanza. No cabía duda de la identidad de aquel chico de cabellos rubios que tenía una raya negra en forma de rayo con unos inconfundibles ojos dorados.
Ese era Denki.
Y lo que confirmó de que no se equivocaba, fue cuando el chico nuevamente llegó a la habitación pero esta vez, acompañado de otras personas; entre ellos, aquel rubio especial de la morena.
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Realidad deseada [BakugoXOc]
Fiksi PenggemarAngélica pasó sus días tratando de olvidar lo que creyó haber vivido junto a su amado Bakugo Katsuki, incluso teniendo que ir a terapia por ello. Ya siendo adulta, con pareja y una vida ya planteada, un dia se entera de que se puede ir a una realida...